El Cairo, 7 ene (EFE).- El destacado defensor de los derechos humanos emiratí Ahmud Mansur, preso en su país desde 2017, ha sufrido represalias en sus condiciones de detención desde que el año pasado se hizo pública una carta en la que describía los maltratos en prisión, denunciaron este viernes organizaciones de derechos humanos.

Human Rights Watch (HRW) y el Centro del Golfo de Derechos Humanos (GCDH, por sus siglas en inglés) aseguraron en un comunicado que tras la publicación de la misiva las autoridades emiratíes "trasladaron a Mansur a una celda más pequeña y aislada, le denegaron acceso a atención médica esencial y le confiscaron sus gafas de lectura".

Estas organizaciones ya habían denunciando otras violaciones a sus derechos desde su detención en marzo de 2017, como tenerle incomunicado con el exterior durante largos periodos, mantenerle aislado de otros prisioneros y negarse a proporcionarle una cama y un colchón.

El empeoramiento de sus condiciones se produjo tras filtrarse a la prensa en julio pasado una carta privada en la que Mansur describía estos y otros abusos.

HRW y el GCDH pidieron a Naciones Unidas y a los aliados de Emiratos Árabes Unidos (EAU), como Estados Unidos y el Reino Unido, que exijan a este país el fin del aislamiento de Mansur y su liberación inmediata.

"Sus aliados han estado ayudando a promocionar la narrativa de EAU como un país tolerante y culturalmente abierto mientras que ignoran sus abusos generalizados", criticó el vicedirector para Oriente Medio de Human Rights Watch, Michael Page, según el comunicado.

Las organizaciones recordaron que en junio pasado Emiratos fue elegido como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para el periodo 2022-2023, y que en octubre renovó como miembro de su Consejo de Derechos Humanos, pese a que desde 2014 no permite que ningún relator especial visite el país.

Antes de su encarcelamiento, Ahmed Mansur, había sido uno de los activistas más destacados de Emiratos y en 2015 recibió el prestigioso Premio Martin Ennals para Defensores de Derechos Humanos por su trabajo.

En 2018 fue condenado a 10 años de prisión por "insultar el estatus, el prestigio, los símbolos y los líderes" de su país en un juicio calificado de "flagrantemente injusto" por HRW y el GCDH.

En septiembre de 2021 el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que pedía su liberación "inmediata e incondicional" junto con la de otros activistas presos e instaba a los países de la UE a no participar en la Expo Dubái inaugurada hace cuatro meses en el país árabe. EFE

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