Barcelona, 10 ene (EFE).- Un hombre y una mujer, de 40 y 42 años, respectivamente, han sido encontradas sin vida en la barraca en la que malvivían junto al río Besòs en Montcada i Reixac (Barcelona) por causas que se están investigando, aunque las primeras hipótesis apuntan a una posible intoxicación tras encender un fuego para calentarse.

Si hace pocas semanas murieron en Barcelona un matrimonio y sus dos hijos pequeños en un incendio en una infravivienda en la plaza Tetuán, sólo han tenido que pasar diez días de este nuevo año para que otras dos personas que vivían en situación de pobreza extrema hayan muerto víctimas de la falta de acceso a una vivienda digna, han denunciado las entidades sociales.

Fuentes del Ayuntamiento de Montcada i Reixac han informado a EFE de que la Policía Local fue alertada de las muertes ayer domingo por la tarde, por un familiar de las dos personas, a las que encontró ya fallecidas en el interior de la barraca.

Las dos personas habrían intentado calentarse haciendo un fuego y habrían sufrido una intoxicación mortal, según una de las hipótesis con las que trabajan los Mossos d'Esquadra, que están investigando el suceso.

La zona en la que vivían las dos personas fallecidas se encuentra en el margen izquierdo del río Besòs, cercano a la carretera de La Roca, una zona donde se acumulan numerosos desperdicios y barracas en precario estado en las que se refugian personas sin hogar.

La alcaldesa de Montcada i Reixac, Laura Campos, ha advertido de que el problema del barraquismo, como el del Pla de Besòs de su municipio, es "una olla a presión" que "más tarde o más temprano nos estallará a todas las administraciones en la cara".

La alcaldesa ha recordado que el Ayuntamiento de Montcada lleva mucho tiempo exponiendo el problema ante las distintas administraciones, a las que ha pedido "ayuda" porque "no podemos gestionar la situación solos desde la administración local".

Al respecto, ha indicado que el consistorio cuenta con un proyecto de Consorcio del Besòs que estima que "sólo derrumbar las barracas supondría más de 3 millones de euros", una cifra que el ayuntamiento "no puede asumir".

La responsable municipal se ha referido a la solución aplicada para erradicar el barraquismo en el Delta del Llobregat, donde la Diputación de Barcelona, el Área Metropolitana y la Generalitat "están aportando recursos para acabar con la problemática" y ha pedido una actuación similar para Montcada i Reixac.

Para Campos, el barraquismo "no es sólo un problema social de infravivienda" para familias que "malviven en barracas", sino que "también se trata de un grave problema de medio ambiente" y ha pedido que "se entienda de una vez el río Besòs como un espacio natural a proteger y preservar".

Por su parte, la Mesa del Tercer Sector Social ha alertado que "el caso de Tetuán hace pocas semanas (en el que falleció una familia de cuatro personas) y ahora este de Montcada i Reixac son tragedias que se están volviendo recurrentes y se está comenzando a normalizar que en nuestra sociedad sucedan hechos como éstos".

"Es extremadamente preocupante" que, si se confirma que el suceso de Montcada i Reixac ha tenido lugar en un asentamiento establecido desde hace tiempo y con decenas de infraviviendas, no se haya dado una respuesta habitacional suficiente y adecuada a estas personas y familias en situación de vulnerabilidad, según la Mesa del Tercer Sector, que agrupa a más de 3.000 entidades sociales catalanas.

"El sinhogarismo es un fenómeno complejo, que va más allá de vivir en la calle y que implica diferentes condicionantes de vulnerabilidad (infravivienda, pobreza energética, falta de ingresos, precariedad laboral, economía sumergida o irregularidad administrativa, entre otros)", según las entidades.

Esta problemática interpela a diversos niveles administrativos, desde el mundo local al autonómico y estatal, por lo que la Mesa ha llamado hoy a las administraciones a "abordar de forma contundente las consecuencias de la emergencia habitacional que estamos viviendo en los últimos años".

En esta línea, esta entidad social se pregunta: "¿cuántas muertes más ha de haber para que se reaccione con urgencia?". EFE

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