Santander, 18 ene (EFE).- El pasaporte covid dejará de ser obligatorio este miércoles en Cantabria para acceder a los establecimientos en los que se consume bebida o comida, después de que la Consejería de Sanidad haya decidido no solicitar la prórroga de esta medida, que ha estado vigente durante 40 días.

Lo ha anunciado, en rueda de prensa, el director general de Salud Pública, Reinhard Wallman, quien ha explicado que la alta contagiosidad de la variante ómicron, incluso entre los vacunados, hace que esta medida ya no tenga sentido.

Según Wallman, el objetivo del certificado covid siempre ha sido reducir la transmisión y con esta variante no se puede evitar, con lo ya no es eficaz.

Eso no quiere decir, ha subrayado, que la vacuna no funcione porque sigue protegiendo frente a una enfermedad grave.

Desde que entró en vigor la obligatoriedad de exhibir el pasaporte para entrar a bares y restaurantes, y otros locales donde se puede comer o beber como los cines, se han administrado en Cantabria 5.700 primeras dosis de la vacuna, excluyendo las infantiles, no se sabe si por el pasaporte o por la inquietud ante la sexta onda.

Pero el porcentaje de primeras vacunaciones ha ido disminuyendo en las últimas semanas, con lo que Wallman cree que el "efecto motivador" del certificado ya se ha cumplido y que no está suficientemente justificado además mantener esa medida solo con ese propósito.

81 MUNICIPIOS EN ROJO

Salud Pública ha actualizado este martes su semáforo covid, que sitúa a 81 municipios en nivel de riesgo alto, tres más que la semana pasada, mientras que los 21 restantes están en nivel 2.

La nueva evaluación se ha hecho en un momento en el que la incidencia acumulada, con 4.291 casos a 14 días, "está por las nubes", según Wallman, que, no obstante, ve en los últimos datos señales de que Cantabria está llegando a la estabilización y cree que esta misma semana la epidemia podría entrar en fase de meseta en la comunidad autónoma.

Así, el crecimiento de los casos está disminuyendo, ya que ahora está en el 13 por ciento y la semana pasada un 34, a lo que se une que la positividad de los test, aunque sigue muy alta, se ha estancado.

ADAPTANDO LA ESTRATEGIA

La variante ómicron ha obligado a adaptar la estrategia frente al coronavirus en la sexta ola y a reorganizar el rastreo, de forma que ya no se llama a los contactos para buscar los casos sino que son las personas que tienen síntomas las que llaman.

Según el director de Salud Pública, el teléfono covid (942 20 40 80) está atendiendo el cien por cien de las llamadas de personas con síntomas y se les proporciona una prueba.

Con esta variante, que ya es dominante, se calcula que la proporción de casos asintomáticos está en torno al 50 por ciento pero puede haber más.

Algunos de esos casos se están detectando en el hospital, en pacientes que acuden a operarse, a hacerse una prueba o en mujeres que dan a luz.

Según los datos de Salud Pública, el 31 por ciento de los más de 230 pacientes ingresados lo son con covid pero no por covid, ya que no presentan síntomas de patología respiratoria.

En la última semana se han hecho 32.000 pruebas diagnósticas en la región, la mitad PCR y la otra mitad, test de antígenos.

En Cantabria hay cinco puntos dedicados en exclusiva a este tipo de pruebas, que también se están haciendo en las farmacias. Desde que se puso en marcha esta ultima iniciativa, hace poco más de una semana, 111 farmacias han hecho al menos una prueba.

En total se han efectuado 2.456 test en las farmacias, de los que el 41,5 % han dado positivo y se consideran casos confirmados.

El director de Salud Pública ha reconocido que "falta por mejorar" el sistema de autotest. En los casos positivos hay que rellenar un formulario en la web del Servicio Cántabro de Salud, que repite la prueba para confirmarlos.

UN IMPACTO ALTO EN SANIDAD

Ómicron está teniendo también un alto impacto en la atención a los pacientes. Los positivos en los profesionales sanitarios se elevan a 318, a los que se suman otros 80 trabajadores no sanitarios infectados.

De los 318 casos en sanitarios, 191 son trabajadores de Valdecilla, 71 de atención primaria, 24 del hospital de Laredo y 30 de Sierrallana.

También preocupan las residencias. En estos momentos hay 51 usuarios de estos centros ingresados y los casos más graves de ómicron se registran sobre todo en los mayores de 80 años, aunque la letalidad de esta variante es mucho menor, del 0,1 por ciento. EFE

lcj

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