Nouakchot, 18 feb (EFE) - El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) expresó su alarma por el "empeoramiento de la crisis alimentaria en el Sahel", una región africana en la que el número de personas al borde de la inanición en el Sahel se ha multiplicado casi por diez en los últimos tres años y donde se necesitan invertir 470 millones de dólares en los próximos seis meses.

Según advierte el director ejecutivo del PMA, David Beasley, en un comunicado distribuido hoy por el PMA con motivo de su visita a la región, los desplazamientos de población en estos países se han incrementado además en ese periodo en casi un 400 %.

La región está experimentando su peor crisis alimentaria en más de una década, lamenta Beasley, quien señala que en solo tres años las personas en riesgo de hambruna han pasado de 3,6 millones a 10,5 millones en cinco países: Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger.

Según el programa de la ONU se espera que la crisis actual supere a la de años anteriores debido a varios factores agravantes, entre ellos la inseguridad, el aumento de la pobreza debido al COVID-19 y subidas dramáticas en el precio de los alimentos básicos.

La región que se extiende al sur del desierto del Sahara atraviesa actualmente uno de sus periodos más secos desde 2011. "Se está desarrollando ante nuestros ojos una crisis absoluta en la región del Sahel", indica Beasley en su comunicado desde Benín, tras visitar las operaciones del PMA en Níger y Chad.

"He hablado con familias que han pasado por más de lo que pueda imaginar; han sido expulsadas ​​​​de sus hogares por grupos extremistas", asegura para agregar que estas familias están pasando hambre por la sequía y sumidas en la desesperación por los efectos económicos de la pandemia.

El director ejecutivo del PMA manifiesta así la necesidad de 470 millones de dólares para continuar las operaciones en el Sahel durante los próximos 6 meses.

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