Paula Fernández

Lisboa, 21 ene (EFE).- La subida del salario mínimo, las políticas fiscales, el sistema sanitario o el futuro de la aerolínea TAP son algunos de los temas que más preocupan a los portugueses y que marcan las diferencias entre los distintos partidos ante las elecciones del día 30.

Las legislativas encuentran a Portugal con una economía en recuperación tras la covid: un crecimiento estimado en 2021 del 4,8 % -con previsión del 5,8% para este año- y un desempleo del 6,6%.

La economía es una prioridad, pero en los programas se cuelan también propuestas sobre la semana laboral de cuatro días, el cambio climático, el concepto de familia o la tauromaquia.

Estos son los programas que dividen a los partidos lusos:

SALARIO MÍNIMO Y JORNADA LABORAL

La subida del salario mínimo ya causó estragos en las negociaciones del fracasado Presupuesto de 2022 que derivó en elecciones anticipadas y vuelve a ser tema polémico.

El Gobierno socialista lo llevó de 505 a 750 euros en seis años y planea llegar a 900 en 2026; pero la izquierda pide más: el Bloco de Esquerda (BE) propone subidas anuales del 10 % y los comunistas piden 800 euros en 2022 y 850 a "corto plazo".

El PSD (centroderecha) liga la mejora a pactos de concertación social, inflación y productividad.

La jornada laboral se ha colado también en la agenda electoral. Los socialistas admiten discutir la semana de cuatro días y comunistas y Livre (izquierda) reclaman 35 horas semanales y ayudas a la parentalidad.

POLÍTICA FISCAL

La carga fiscal batió un récord con el 34,8 % del PIB en 2020. El 64 % de los portugueses cree que reducir impuestos es la mejor medida económica, según una reciente encuesta de Aximage.

No es de extrañar que el tema acapare atención en la campaña.

Una de las promesas estrella del PSD es reducir los impuestos y bajar el IVA en restauración para compensar la pandemia.

Los socialistas apuestan por un impuesto de la renta más progresivo, beneficios para jóvenes y familias e incentivos a las empresas.

Más a la izquierda, el BE y comunistas quieren gravar a las grandes fortunas y las herencias superiores al millón de euros.

SANIDAD

Uno de los sectores más castigados por el ajuste tras la crisis que sacudió al país hace una década es la Sanidad, desbordada además por la pandemia. Las protestas por la falta de medios humanos y materiales son una constante y se multiplican las dimisiones en bloque de profesionales en los centros hospitalarios.

La izquierda apuesta por reforzar la sanidad pública -que convive con un régimen de copago- y la derecha reclama protagonismo privado.

Los socialistas plantean modernizar centros y construir seis hospitales en un modelo "tendencialmente gratuito", mientras BE y comunistas quieren eliminar el copago y aumentar el gasto público.

Desde la derecha, la salida pasa por sociedades público-privadas sanitarias.

VIVIENDA

El problema de la vivienda, en especial en grandes ciudades como Lisboa, preocupa a los votantes.

La izquierda -BE, PCP- pide derogar la Ley del Régimen de Arrendamientos Urbanos, regular los precios y ampliar la oferta de viviendas sociales.

La derecha rehuye de la regulación y se inclina por los incentivos fiscales para la compra y el alquiler.

TAP

La aerolínea portuguesa se ha colado en campaña como un torbellino. Fue rescatada por el Estado y Bruselas aprobó ayudas que rondan los 3.200 millones de euros a cambio de una reestructuración.

Los socialistas defienden la operación porque es una empresa estratégica, pero se ha convertido en un dolor de cabeza para su candidato, António Costa, y en un argumento de sus adversarios para atacarle.

"Ni un euro más para TAP". La derecha defiende la privatización -excepto el ultraderechista Chega, que pide limitar las ayudas- y la izquierda rechaza el ajuste exigido por Bruselas.

EDUCACIÓN

Otra prioridad para los portugueses.

Los socialistas prometen apoyar a 30.000 jóvenes con programas de formación y la izquierda reclama reforzar la escuela pública, mejores salarios y contratación de docentes.

Desde la derecha defienden alianzas entre los modelos público y privado y las cooperativas.

CAMBIO CLIMÁTICO

Un tema con propuestas tan dispares como aumentar al 80% el peso de las renovables en el sector eléctrico (PS) o reabrir el debate sobre las nucleares (CDS, derecha).

El PSD quiere descarbonizar y premiar a los municipios por cumplir las metas ambientales.

Livre pide declarar emergencia climática y el animalista PAN reclama convertir el "ecocidio" en un crimen contra la humanidad y "deseucaliptar" Portugal.

EUTANASIA, TOROS Y CANNABIS

Además de los temas "de calado", los programas incluyen las propuestas más singulares.

Livre (izquierda) pide legalizar el consumo y la venta de cannabis y el CDS (derecha) quiere impedir la legalización de la eutanasia.

Los animalistas reclaman prohibir los espectáculos taurinos -en Portugal el toro no muere en la plaza- y el CDS propone incentivarlo con una rebaja del IVA y sin límite de edad de entrada (16 años).

Entre las variopintas propuestas de Chega, un "Ministerio de la Familia" para garantizar la "reconstrucción moral" del núcleo familiar. EFE

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