Segovia, 25 dic (EFE).- Con las precauciones propias por la sexta ola de la covid, la ciudad de Segovia se ha echado este sábado a la calle para celebrar, en la mañana de Navidad, la tradicional Carrera del Pavo para bicicletas sin cadena, con una treintena de deportistas que han recuperado esta cita, que la pandemia impidió en 2020.

En una mañana de temperatura más que agradable pero con lluvia intermitente que puso más dificultad en el recorrido, las calles de la capital segoviana se han llenado de cientos de aficionados que pudieron disfrutar de las evoluciones de los participantes, entre los que volvió a encontrarse el ganador del Tour 1988, Pedro Delgado.

La original carrera que se inicia en la plaza de Día Sanz, una de las zonas más altas del Acueducto, se desarrolla con los ciclistas lanzándose de uno en uno hacia el Azoguejo, para continuar posteriormente con un ascenso cada vez más pronunciado hasta la plaza Adolfo Suárez, tratando de llegar lo más lejos posible sobre la bicicleta sin la posibilidad de dar pedales, hasta completar un recorrido de poco menos de un kilómetro.

El desnivel existente obliga a los ciclistas a tratar de avanzar solamente con la fuerza de los brazos, moviendo el manillar por el estrecho pasillo que forma el público que se agolpa a ambos lados de la calle.

En esta edición, tres ciclistas consiguieron llegar hasta la meta, por lo que hubo de realizarse una carrera de desempate en la que Hugo Sanz, vencedor de la edición de 2019, volvió a imponerse a su padre, Rafael Sanz, que entró en la segunda posición, con Iván Gómez como tercero repitiendo de esta manera el último podio de la carrera. En la categoría femenina, la vencedora fue Emma Alonso.

La carrera también cumplió con su tradición en la entrega de premios a los vencedores ya que, de nuevo, el ganador fue obsequiado con un pavo, mientras que el segundo clasificado recibió un pato, y el tercero una pularda. EFE

J.M.M./mr/ros

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