Túnez, 28 dic (EFE).- El gobierno tunecino anunció este martes que los presupuestos generales del Estado para 2022 se sitúan en 17.000 millones de euros- un 3,2% más que en el ejercicio anterior- mientras que contempla un déficit público de 2.600 millones de euros, el equivalente al 6,7% del PIB nacional.

"El Estado dedicará a las categorías sociales más vulnerables ayudas directas e indirectas pese a las dificultades económicas", explicó la ministra de Finanzas, Sihem Boughdiri, en una conferencia de prensa celebrada este martes en la capital para revelar el contenido del programa económico.

La ministra explicó que la partida de gastó público destinará 6.600 millones de euros a la masa salarial- estimada en cerca de 700.000 funcionarios para una población de doce millones de habitantes-, 1.100 millones a las subvenciones de productos de primera necesidad y 890 millones al subsidio de hidrocarburos. Asimismo apuntó a un aumento del 14% de los ingresos fiscales hasta situarse en los 11.000 millones.

Tras dos años de estancamiento económico debido a la crisis sanitaria del coronavirus, el Ejecutivo espera un crecimiento del 2,6% y cerrar un nuevo crédito- el cuarto durante la última década- con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer frente a una deuda exterior de 30.000 millones de euros, el triple que una década antes y que representa el 100% de su PIB.

La primera Ministra, Nedjla Bouden, en el poder desde septiembre, declaró que Túnez regresará a la mesa de negociaciones a principios de año tras meses de ausencia para presentar un programa de reformas en varios sectores y que ha sido elaborado por cerca de un centenar de expertos.

El país magrebí ha obtenido además en los últimos meses dos importantes préstamos de sus vecinos: 300 millones de dólares de Argelia y 500 millones de Libia.

El ministro de Empleo, Nasreddine Nsibi, aseguró hoy que los acuerdos firmados hasta ahora con la poderosa central sindical, la UGTT, se respetarán "progresivamente" y adelantó que buscará un terreno de entendimiento sobre su aplicación aunque descartó nuevos convenios.

Una semana antes, el sindicato advirtió que no aceptará las medidas de austeridad propuestas en privado por el Gobierno, que incluyen la rebaja del 10 % del sueldo de los funcionarios, su congelación salarial durante los próximos cinco años, la privatización de empresas del sector público y la retirada de las subvenciones a los productos de primera necesidad.

Túnez se encuentra en estado de excepción desde el pasado 25 de julio, por iniciativa del presidente de la República, Kais Said, que anunció que el próximo 25 de julio habrá un referéndum sobre reformas constitucionales propuestas por los ciudadanos, con el fin de "recuperar su soberanía" y celebrar elecciones legislativas anticipadas el 17 de diciembre de 2022. EFE

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