Este miércoles, a la edad de 86 años, Alberto Fujimori, expresidente de Perú, ha fallecido como consecuencia del cáncer que lo afectaba desde hace más de dos décadas. La noticia fue confirmada por su hija, Keiko Fujimori, a través de un mensaje en la red social X, donde expresó el dolor de la familia: "Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori, acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma".

El fallecimiento de Fujimori ha sacudido al país y a sus seguidores, especialmente porque ocurre apenas unas horas después de que su médico personal, Alejandro Aguinaga, revelara que el exmandatario se encontraba "luchando por su vida". A lo largo del día, familiares y colaboradores cercanos se habían reunido en la residencia de Keiko Fujimori, donde el expresidente pasaba sus últimos días.

Un legado controvertido

Alberto Fujimori, quien gobernó Perú entre 1990 y 2000, es recordado por su papel decisivo en la lucha contra el terrorismo de Sendero Luminoso, así como por estabilizar la economía peruana en una época de crisis. No obstante, su legado está marcado por profundas controversias. Su presidencia culminó con un autogolpe en 1992, cuando, con apoyo de las Fuerzas Armadas, cerró el Congreso e intervino el Poder Judicial, instaurando un régimen autoritario que transformó profundamente la política del país.

El régimen fujimorista fue responsable de una serie de violaciones a los derechos humanos, entre las que destacan las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, donde murieron civiles inocentes, crímenes por los que el expresidente fue condenado a 25 años de prisión. Asimismo, su gobierno implementó un programa de esterilizaciones forzadas que afectó a miles de mujeres y hombres indígenas, un capítulo oscuro en la historia reciente de Perú.

Un final en prisión y la lucha por la libertad

Fujimori pasó más de una década encarcelado tras su condena en 2009, pero su deteriorada salud llevó a que, en diciembre de 2023, se le concediera un indulto humanitario, a pesar de las objeciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Este indulto desató una serie de protestas en Perú, donde las víctimas de las atrocidades cometidas durante su mandato clamaban justicia y señalaban el indulto como una afrenta a su sufrimiento.

A pesar de su libertad, Fujimori continuó luchando contra el cáncer de lengua que le fue diagnosticado hace más de 27 años, enfermedad que finalmente acabó con su vida. A lo largo de su enfermedad, recibió la visita constante de sus hijos y de figuras cercanas a su partido político, Fuerza Popular, fundado por Keiko Fujimori.

Reacciones y despedida

El fallecimiento de Fujimori ha generado diversas reacciones entre los líderes políticos de Perú. El primer ministro, Gustavo Adrianzén, expresó sus condolencias a la familia y aseguró que se coordinará con ellos los detalles del entierro. Asimismo, líderes de diferentes partidos, tanto opositores como aliados, han manifestado su respeto por el dolor de la familia.

Uno de los mensajes más destacados provino del ex primer ministro Alberto Orátola, quien, a pesar de ser un crítico del fujimorismo, reconoció el sufrimiento que el expresidente soportó durante su encarcelamiento y la enfermedad: "A pesar de las diferencias, entiendo el dolor del encierro y la tortura de llevar un cáncer en prisión", comentó en un mensaje en la red X, aludiendo a la reconciliación nacional como un paso necesario para el futuro del país.

El futuro de Fuerza Popular

Con la muerte de Alberto Fujimori, el fujimorismo enfrenta un nuevo reto político. Keiko Fujimori, su hija mayor, ha sido durante años la líder de Fuerza Popular, partido que ha mantenido una influencia considerable en la política peruana. A pesar de haber sido candidata presidencial en varias ocasiones, Keiko nunca ha logrado hacerse con la presidencia del país.

El partido había designado recientemente a Alberto Fujimori como candidato presidencial para las elecciones de 2026, en lo que hubiera sido un último intento de revivir su liderazgo político. Ahora, con la partida del exmandatario, queda por verse cómo se reconfigurará el fujimorismo y si Keiko Fujimori podrá continuar con el legado político de su padre.

El legado de un líder controvertido

La muerte de Alberto Fujimori cierra un capítulo importante en la historia de Perú. Un hombre que, para muchos, fue el salvador del país en tiempos de crisis económica y terrorismo, pero que también será recordado por la brutalidad y las violaciones a los derechos humanos cometidas bajo su gobierno.

La figura de Fujimori seguirá siendo motivo de divisiones en Perú, donde sus partidarios lo ven como un héroe que salvó al país del caos, mientras que sus detractores lo consideran un dictador que violó la democracia y los derechos humanos.