Este sábado, Monte de San Pedro en Gándara, Soba, se transformó en el epicentro de una celebración que rinde homenaje a las tradiciones y costumbres de la región. El Día de Soba reunió a residentes y visitantes para conmemorar y preservar el legado cultural transmitido a lo largo de generaciones.

La festividad contó con la presencia destacada de la consejera de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa, Isabel Urrutia, quien estuvo acompañada por la presidenta del Parlamento de Cantabria, María José González Revuelta, y el alcalde de Soba, Julián Fuentecilla. Según la nota de prensa emitida por el Gobierno, Urrutia disfrutó de la exposición de ganado selecto y recorrió los puestos del mercado de productos agroalimentarios y de artesanía.

La jornada festiva ofreció una variada programación, entre la que se destacaron:

• Actuaciones musicales que animaron el ambiente con ritmos locales y tradicionales.
• Exhibición de salto pasiego, una muestra de las habilidades en una de las tradiciones más representativas de la región.
• Elaboración y degustación de paella, un plato que unió a los asistentes en una experiencia gastronómica compartida.
• Partido de fútbol, que añadió un toque de competitividad y diversión a la celebración.
• Verbena que permitió a los asistentes disfrutar de una fiesta nocturna llena de alegría y música.
• Sorteo de premios, que brindó a los presentes la oportunidad de llevarse obsequios y contribuyó al espíritu festivo del evento.

Isabel Urrutia expresó su satisfacción por la riqueza cultural que representa el Día de Soba, destacando la importancia de conservar y promover las costumbres locales. Este evento no solo celebra el patrimonio de Soba, sino que también refuerza el compromiso con la preservación y difusión de las tradiciones cántabras.

La celebración del Día de Soba es un ejemplo brillante de cómo las festividades locales pueden servir de puente entre el pasado y el presente, uniendo a la comunidad en torno a sus raíces culturales. Este tipo de eventos no solo mantienen vivas las tradiciones, sino que también fomentan el orgullo local y la cohesión comunitaria.