En un movimiento inesperado y de gran repercusión, Mario Hezonja ha firmado un contrato con el Barcelona por las próximas cuatro temporadas. Según información de MARCA, el alero croata, de 29 años y 2,03 metros de altura, ha decidido dejar el Real Madrid tras no alcanzar un acuerdo para renovar su contrato. Este fichaje marca su retorno al equipo azulgrana, donde ya jugó entre 2012 y 2015 antes de su paso por la NBA.

La oferta que presentó el Barcelona y que Hezonja aceptó, asciende a tres millones de euros netos anuales, situándolo entre los jugadores mejor pagados de Europa, junto a figuras como Shane Larkin, Mike James y Kendrick Nunn. Estos salarios son notablemente superiores a los que recibía en el Madrid, que no logró satisfacer sus expectativas financieras.

Desde hace tiempo, se especulaba que Hezonja dejaría el Real Madrid. El club le ofreció varias renovaciones que fueron rechazadas por no cumplir con sus expectativas tanto económicas como de rol en el equipo. Además, Hezonja estaba descontento con su protagonismo en el equipo y molesto por la gestión de su renovación.

Durante esta temporada, Hezonja fue relacionado con el Panathinaikos, equipo en el que jugó tras su regreso de la NBA, que le ofreció un contrato de tres años y 2,5 millones de euros netos por temporada. El Partizan también mostró interés en las últimas semanas, y se evaluaron opciones para un retorno a Estados Unidos. No obstante, ninguna de estas ofertas proporcionaba el equilibrio entre rol y salario que Hezonja buscaba.

A pesar de todo, el Real Madrid aún tiene una última carta para retener al jugador. Es probable que, al finalizar su contrato, incluyan a Hezonja en el derecho de tanteo, lo que les permitiría igualar la oferta del Barcelona. Sin embargo, parece improbable que puedan hacerlo, dado que sus ofertas de renovación han sido significativamente más bajas que la del Barcelona. Además, mantener en el equipo a Walter Tavares, quien ganará más de cinco millones de euros brutos por temporada, representa un gran esfuerzo económico.

 Adquirir a una estrella del rival es una jugada de gran impacto, similar a la llegada de Nikola Mirotic al Barcelona, aunque en esta ocasión el traspaso es directo, sin pasar por la NBA, lo que añade aún más interés a este significativo movimiento en el baloncesto europeo.