El Real Madrid está a punto de embarcarse en una temporada que promete ser histórica. Tras alzarse con el título de LaLiga la pasada campaña, los de Carlo Ancelotti no solo buscan revalidar el campeonato, sino que además se enfrentan al reto de conquistar hasta siete títulos en una misma temporada, algo nunca antes logrado en el fútbol europeo. Para ello, el club ha mantenido gran parte de su estructura ganadora, con una notable excepción: la salida de Toni Kroos, quien ha dejado un vacío significativo en el centro del campo tras su retirada del fútbol.

El fichaje del verano: Kylian Mbappé llega al Santiago Bernabéu

Si hay un nombre que ha revolucionado el panorama futbolístico este verano, ese es el de Kylian Mbappé. Después de años de especulaciones y deseos insatisfechos por parte del madridismo, el delantero francés finalmente vestirá la camiseta blanca, y su llegada no podría ser más oportuna. Con 256 goles y 108 asistencias en siete temporadas con el Paris Saint-Germain, Mbappé se presenta como el fichaje estrella que podría marcar la diferencia en un equipo que ya era de por sí temible.

Mbappé no solo trae consigo una capacidad goleadora extraordinaria, sino que también añade una dimensión completamente nueva al ataque del Real Madrid. Su velocidad, habilidad para el desmarque y olfato goleador son cualidades que, combinadas con el talento de Vinícius Junior y Rodrygo, podrían formar un tridente ofensivo de ensueño. "Es el fichaje que el Madrid necesitaba para dar ese salto de calidad", comentan los expertos, y no es para menos.

El desafío táctico de Ancelotti: 4-3-3 o continuidad con el 4-2-3-1

La llegada de Mbappé plantea un interesante dilema táctico para Carlo Ancelotti. Una de las alternativas más lógicas sería un retorno al sistema 4-3-3, donde Mbappé se alinearía junto a Vinícius y Rodrygo en ataque. Este esquema no solo aprovecharía al máximo la velocidad y dinamismo de sus tres delanteros, sino que también permitiría a Jude Bellingham ocupar el centro del campo, tomando el relevo de Kroos.

Sin embargo, Ancelotti podría optar por no modificar el sistema que tan buenos resultados le dio la temporada pasada, el 4-2-3-1. En este caso, Bellingham mantendría su posición como mediapunta, una zona del campo en la que fue decisivo la pasada campaña. El sacrificio, en este escenario, sería Rodrygo, quien podría ver reducidos sus minutos en favor de mantener el equilibrio táctico que llevó al Real Madrid a la gloria en LaLiga y la Champions.

El legado de Kroos: Un centro del campo en evolución

El retiro de Toni Kroos marca el final de una era en el centro del campo madridista. Su capacidad para controlar el ritmo del partido y su visión de juego lo convirtieron en uno de los pilares fundamentales del equipo durante casi una década. Sin embargo, el Real Madrid no ha tardado en buscar soluciones para cubrir su ausencia. Fede Valverde, Aurelien Tchouaméni y Eduardo Camavinga serán los encargados de dar continuidad al trabajo de Kroos, aunque es evidente que el perfil del centro del campo cambiará hacia uno más físico y menos centrado en la posesión.

No obstante, el club cuenta con jóvenes promesas que podrían desempeñar un papel crucial en esta transición. Arda Güler, tras una destacada actuación en la Eurocopa, se postula como uno de los jugadores que más minutos podrían ganar esta temporada. Su versatilidad, capaz de jugar tanto en banda como por el centro, le ofrece a Ancelotti múltiples opciones para adaptar el juego del equipo según las circunstancias.

El desafío de los siete títulos: Un calendario exigente

Si algo distingue a esta temporada del Real Madrid de cualquier otra, es el ambicioso objetivo de lograr siete títulos en una misma campaña. Con la adición del nuevo formato del Mundial de Clubes, que se celebrará en junio, el club blanco tiene la oportunidad única de ganar tanto la Intercontinental como el Mundial de Clubes en un mismo año, algo inédito hasta ahora. A esto se suma el reto de defender el título de LaLiga, la Champions League, la Supercopa de Europa, la Supercopa de España y la Copa del Rey.

"El Real Madrid está ante la temporada más exigente de su historia", han señalado fuentes cercanas al club. Y es que, para alcanzar este objetivo, el equipo tendría que disputar un mínimo de 69 partidos, con la posibilidad de aumentar a 71 si no consiguen el pase directo a los octavos de final de la Champions League y deben pasar por el 'play-in'.

La Profundidad de la Plantilla: Clave para el Éxito

Ante semejante carga de partidos, la profundidad de la plantilla será un factor determinante. Ancelotti deberá gestionar los minutos con precisión quirúrgica, repartiendo los esfuerzos entre sus jugadores para evitar el desgaste físico y las temidas lesiones que podrían arruinar la temporada. La salida de jugadores como Nacho Fernández y Joselu, que formaban parte de la segunda unidad la temporada pasada, supone un desafío adicional, ya que el técnico italiano tendrá que encontrar nuevos recambios de garantías.

La defensa, que ya comienza algo mermada tras las lesiones de larga duración de Eder Militao y Thibaut Courtois la pasada campaña, es una de las áreas que más preocupan. Sin embargo, ambos jugadores han regresado con fuerza y están listos para liderar la zaga blanca en este maratón de partidos.

Conclusión: Una temporada para hacer historia

La temporada 2024-2025 se presenta como una de las más emocionantes en la historia reciente del Real Madrid. Con Kylian Mbappé como nueva estrella, la ambición de revalidar el título de LaLiga y el sueño de alcanzar los siete títulos, el club blanco está a punto de embarcarse en un viaje que podría redefinir su legado en el fútbol mundial.

"El reto es enorme, pero este es el Real Madrid", afirmaba recientemente Ancelotti. Y es que, si hay un club capaz de hacer lo imposible, ese es el Real Madrid. La nueva campaña está a punto de comenzar, y el mundo del fútbol espera con ansias ver si el equipo de Ancelotti puede cumplir con las altísimas expectativas y, una vez más, hacer historia.