Somos desconfiados por naturaleza. Y más de los desconocidos. Si alguien que no conociéramos de nada, de repente, nos ofreciera un caramelo, no sabríamos qué hacer primero, si rechazarlo o salir corriendo. Lo mismo les ocurre a muchos con los créditos online. Como no les ponen cara, les ofrecen dinero y encima muy rápido, piensan que es algo engañoso.

Como define el Banco de España, "la educación financiera va más allá de la mera disponibilidad de información y se extiende a los conocimientos, conductas y actitudes que nos permiten tomar decisiones financieras acertadas a lo largo de la vida, tener hábitos financieros saludables y conocer las oportunidades y riesgos de los productos financieros que contratamos (cuentas, tarjetas, créditos, hipotecas...)".

No en vano, como ponen de manifiesto los datos de una encuesta elaborada por ING, el 62% de los españoles reconoce que encuentra ciertas dificultades para comprender la documentación relativa a la contratación de una hipoteca. Un dato sorprendente en un país en el que más del 76% de la población ocupa viviendas en propiedad, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

¿Si prometen ser préstamos al instante, deberíamos desconfiar?

Para nada. Está bien ser desconfiado, pero que no nos engañe la rapidez de un préstamo online al momento, la causa es la tecnología. Mediante algoritmos informáticos se pueden analizar millones de bases de datos en cuestión de minutos. El big data, es decir, todos los datos, se analizan mediante algoritmos que acaban por establecer un veredicto sobre nuestra capacidad económica (o mejor dicho, sobre nuestra capacidad de devolución del préstamo).

Es decir, que después de analizarnos nos ponen una puntuación, un score, y de ahí viene el famoso nombre de esta tecnología, el Scoring. Por tanto, los créditos online rápidos son prácticamente inmediatos debido a que dicha tecnología puede estimar nuestra solvencia en cuestión de minutos.

Otro dato que debemos tener en cuenta, relacionado con la rapidez de estos mini créditos por Internet, es el reembolso. La velocidad que ofrece este tipo de créditos no es solo de concesión sino también de devolución, ya que el plazo de reembolso de los mini créditos online es de 30 días como máximo.

¿Si prometen ser préstamos online sin papeleo, deberíamos desconfiar?

No y, de nuevo, recurrimos a la tecnología para desmentir otro mito. Si los mini créditos online no suponen apenas el envío de documentos es debido a las aplicaciones que hay por Internet o a cualquier otra herramienta interna que desarrolla la propia empresa de créditos online.

Dentro de la página de la empresa de minicréditos online, a través de estas aplicaciones, se pueden verificar todos los datos personales que se necesitan. Los datos que el banco ya registró (con sus comprobaciones pertinentes) son usados para verificar todo (identificación y capacidad de generar ingresos) sin la necesidad de que nosotros tengamos que enviar ningún tipo de documento o fotocopia adicional.

De esta manera, gracias a la tecnología, los mini créditos son rápidos y no requieren largos e incómodos procesos burocráticos. Por tanto, como decimos, aunque presenten estas características son operaciones totalmente seguras (siempre y cuando los pidamos de manera responsable).

En los últimos años, los préstamos rápidos y los microcréditos se han situado como alternativas para obtener dinero rápido y de forma fácil, permitiéndonos acceder a cantidades de miles de euros en cuestión de minutos, mediante un sencillo proceso de solicitud en el que apenas hay que adjuntar algún tipo de información.

Por esta razón, con el objetivo de ayudar a preveniros y evitar caer en este tipo de préstamos, que tienen unos intereses abusivos y usurarios, a continuación en Nogués Abogados vamos a analizar las condiciones de los “mejores préstamos rápidos” según las creencias de los usuarios, para demostrar que estos préstamos no son tan ventajosos como parecen. De modo que si tienes un préstamo de este tipo o estás pensando en contratar uno, presta atención y toma nota.