Un análisis exhaustivo realizado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) demuestra que retrasar la jubilación no solo afecta la salud de los trabajadores, sino que también plantea serias implicaciones para la política social. Según el informe, cada año adicional en el mercado laboral incrementa el riesgo de morir entre los 60 y 69 años, especialmente en sectores físicos y estresantes. Este aumento de riesgo se ve mitigado para aquellos que pueden optar por mecanismos de jubilación parcial, que les permiten reducir sus horas de trabajo conforme se acercan a la edad de jubilación.

El estudio se basa en un experimento natural generado por la reforma española de 1967, que ajustó la edad de jubilación anticipada en función del momento en que los individuos comenzaron a cotizar al sistema de Seguridad Social. Aquellos que empezaron a cotizar antes del 1 de enero de 1967 podían jubilarse a los 60 años, mientras que los que comenzaron después debían esperar hasta los 65 años.

Fedea subraya que la reforma no solo ha afectado la mortalidad sino también el bienestar social. Los datos revelan que el costo social de retrasar la jubilación supera las ganancias fiscales obtenidas. El estudio estima que cada año adicional de vida para los trabajadores mayores, en términos de calidad de vida, tiene un valor de 8.564 euros por individuo, mientras que el beneficio fiscal por el retraso es de 5.213 euros.

María González, coautora del estudio, afirma que los resultados sugieren que "los ahorros fiscales derivados del retraso en la jubilación y la reducción de los pagos de pensiones no compensan la pérdida social asociada a la disminución de la esperanza de vida".

Fedea concluye que es crucial diseñar políticas de jubilación que consideren cuidadosamente la salud de los trabajadores. La reforma debe tener en cuenta la exigencia física, emocional y mental de las distintas ocupaciones para evitar efectos negativos sobre la salud y el bienestar de los trabajadores.

Recomendaciones del estudio:

1. Revisión de Edades de Jubilación: Las edades mínimas de jubilación deben ajustarse a la naturaleza del trabajo, considerando la exigencia física y emocional.
2. Introducción de Mecanismos Flexibles: Se deben implementar opciones de jubilación anticipada y parcial que permitan una transición más suave hacia la jubilación completa.