POLÍTICA

¿Se acabó la prensa libre? Sánchez y su plan para controlar la información

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. / EP
El presidente del Gobierno propone medidas que, bajo la apariencia de transparencia, buscan silenciar a los medios más incómodos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha propuesto a todos los grupos parlamentarios, salvo a la llamada "ultraderecha", un conjunto de medidas que, según él, garantizarán la transparencia, la independencia y el pluralismo de los medios de comunicación. Sin embargo, la oposición y varios expertos denuncian que estas medidas esconden la intención de neutralizar a la prensa más crítica con su gestión.

La excusa del Reglamento europeo

En la sesión extraordinaria del Congreso de los Diputados celebrada este miércoles, Sánchez justificó su Plan para la Acción Democrática con la necesidad de trasponer el Reglamento europeo de medios de comunicación, aprobado recientemente en Estrasburgo. No obstante, lo que Sánchez omitió es que dicho reglamento ya es de "aplicación inmediata" en todos los países firmantes y que sus principales directrices promueven más libertad en contraste con el enfoque que busca imponer el Gobierno español.

"En Europa apostaron por más libertad frente a la censura que busca La Moncloa", comentaron expertos a El Debate, citando casos como la compra irregular de mascarillas durante la pandemia y los escándalos relacionados con Begoña Gómez y Pablo Sánchez, esposa y hermano del presidente, respectivamente.

Sánchez destacó que la norma comunitaria exige que "los ciudadanos conozcan las fuentes de financiación de los medios de comunicación" y los nombres de sus accionistas para evitar fraudes publicitarios y la injerencia extranjera. Sin embargo, omitió mencionar cómo el Reglamento Europeo también protege a los periodistas de injerencias por parte de los poderes públicos.

Cerrar el grifo de la financiación

El presidente defendió la necesidad de "limitar la financiación de las administraciones públicas" para evitar que los medios dependan excesivamente del dinero público. A la vez, anunció un paquete de 100 millones de euros para la digitalización de los medios de comunicación, un movimiento contradictorio que plantea preguntas sobre sus verdaderas intenciones.

"Los bulos han hecho que el 34% de los ciudadanos tema que alguien ocupe su casa", afirmó Sánchez en el Congreso, advirtiendo que las noticias falsas están ligadas al crecimiento de la ultraderecha. "Estas fake news no son accidentales, hay alguien que las fabrica para deteriorar la democracia y sus instituciones", aseguró.

Ampliar el derecho de rectificación

Sánchez adelantó que el Gobierno busca "reforzar los derechos al honor y a la rectificación" mediante una reforma de la Ley Mordaza. Esta modificación del Código Penal, bajo la apariencia de proteger a los ciudadanos de calumnias, podría servir para amordazar a la prensa crítica, según denuncian desde el Partido Popular.

La oposición teme que la derogación parcial de la Ley Mordaza despenalice las injurias a la Corona y otros delitos similares. Un planteamiento "chocante" considerando la rapidez con la que el Gobierno denunció el incidente del muñeco asimilado a Sánchez en la sede del PSOE en Ferraz durante el pasado fin de año.

En resumen, el plan de Sánchez, presentado bajo el pretexto de armonizar con Europa, parece tener como objetivo silenciar las voces discordantes y controlar la narrativa mediática en España. Las medidas propuestas, lejos de fomentar la transparencia y la independencia, podrían representar un retroceso en la libertad de prensa y un intento de consolidar el poder mediático en manos del Gobierno.