"La destrucción personal con fines políticos es simplemente estalinismo," afirmó Ayuso, criticando duramente la detención de Nacho Cano. "Buscar el descrédito de un artista como forma de censura y el ataque al adversario político, a través de las herramientas del Estado, solo es propio de países que lo han perdido todo."

Una amenaza a la libertad

Ayuso advirtió que este tipo de acciones envían un mensaje "muy preocupante" a cualquiera que se atreva a disentir en España. "Ayer, aquí, en España, se mandó un mensaje muy preocupante a cualquiera que se atreva a disentir," declaró. Añadió que esta situación no solo afecta a la cultura, sino también a los medios de comunicación y las empresas.

"Se ejecutó el atropello en la persona de uno de los artistas que más ha hecho en los últimos años por la música en español a los dos lados del Atlántico," resaltó Ayuso. "Nacho Cano, además de ser un artista destacado, es uno de los empresarios que más empleo ha generado en el mundo del espectáculo con sus propias entradas, su talento y sus propios medios, en libertad."

Defensa de la libertad y la dignidad artística

La presidenta madrileña defendió que "la libertad no puede verse amenazada por las decisiones de ningún gobierno." Insistió en que "buscar el descrédito de un artista como forma de censura y el ataque al adversario político, a través de las herramientas del Estado, solo es propio de países que lo han perdido todo, empezando por lo más importante que tiene la persona, que es la libertad."

Ayuso también condenó la "presunta detención de Nacho Cano y la posterior campaña de desprestigio" en su contra. "Es inaceptable," subrayó, destacando que el inmenso trabajo de Cano y de otros directores, artistas y creadores no puede verse empañado por decisiones políticas. "La destrucción personal con fines políticos es simplemente estalinismo," reiteró.

Las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso en la presentación de Hispanidad 2024 resaltan su firme postura contra lo que considera un uso indebido del poder estatal para atacar a figuras culturales y políticas disidentes. "La libertad y la dignidad artística deben ser protegidas," concluyó, haciendo un llamado a la reflexión sobre las implicaciones de tales acciones en la democracia española.