Begoña Gómez, ausente en el besamanos: Sánchez la esconde mientras crece la presión judicial

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Congreso, Francina Armengol, saludan al Rey Felipe VI, la princesa Leonor y la Reina Letizia. / A. Pérez Meca
La ausencia de Begoña Gómez sumada a los reveses judiciales y la creciente presión mediática, sugiere que el Gobierno se enfrenta a un escándalo que puede tener implicaciones profundas tanto en el ámbito judicial como en el político

En un giro notable respecto a años anteriores, Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido la gran ausente en el tradicional besamanos celebrado este 12 de octubre en el Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional. Esta ausencia coincide con el delicado momento judicial que atraviesa Gómez, imputada por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. A diferencia de ocasiones anteriores, en las que había acompañado a Sánchez en eventos de Estado, en esta oportunidad no estuvo a su lado al saludar a los Reyes y a la Princesa de Asturias.

La ausencia de Gómez en un acto tan simbólico como el del Día de la Hispanidad es un reflejo de la creciente presión mediática y judicial en torno a su persona. Apenas unos días antes, la Audiencia Provincial de Madrid avaló la investigación del juez Juan Carlos Peinado sobre los contratos adjudicados a Juan Carlos Barrabés, socio de Gómez e impulsor de su cátedra en la Universidad Complutense. A pesar de los esfuerzos del Ejecutivo por desacreditar el proceso, los jueces desestimaron los argumentos que lo calificaban de "investigación prospectiva" y subrayaron que no se vulneraban los derechos de la defensa.

Este proceso judicial ha provocado un gran revuelo mediático, especialmente en lo que respecta a los negocios de Gómez vinculados a la Complutense. Entre las acusaciones, destacan los presuntos tratos de favor hacia Barrabés y la gestión de su cátedra en la universidad madrileña. Además, se ha informado de que el juez Peinado podría imputarla por apropiación indebida relacionada con la plataforma para empresas creada para la Complutense.

La situación ha escalado hasta tal punto que la propia universidad ha tomado medidas que afectan directamente a Gómez. En las últimas semanas, la Complutense canceló el máster que dirigía, decisión que se sumó a la eliminación de otro máster y la propia cátedra que gestionaba. La universidad justificó esta cancelación por el bajo número de alumnos matriculados, ya que solo cuatro personas se habían inscrito en el curso. Fue la propia Begoña Gómez quien anunció la cancelación del programa a través de sus redes sociales, en las que expresó su malestar y criticó la "sorpresiva" decisión de la universidad, llegando a lanzar duros ataques contra la institución.

Este suceso contrasta notablemente con su activa presencia en años anteriores. En 2018, tanto Gómez como Sánchez fueron protagonistas de un momento muy comentado durante el besamanos en el Palacio Real, cuando ambos rompieron el protocolo al situarse junto a los Reyes para saludar a las autoridades, lo que motivó una intervención por parte del equipo de protocolo de la Casa Real.

A pesar de la creciente sombra judicial, Begoña Gómez había mantenido una presencia pública en eventos significativos. En junio, asistió al Palacio Real para los actos del décimo aniversario de la proclamación del rey Felipe VI, donde fue vista charlando animadamente con el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. También ha hecho acto de presencia en otros eventos como los Juegos Olímpicos de París o el Festival de Cine de San Sebastián, a pesar de la polémica que rodea su figura.

No obstante, la ausencia de Gómez en el besamanos de este 12 de octubre marca un punto de inflexión. La situación legal en la que se encuentra y el hecho de que haya evitado acompañar a su marido en un evento tan relevante como la Fiesta Nacional generan interrogantes sobre el futuro de su exposición pública y la estrategia del Gobierno para manejar el escándalo.

La tensión entre Pedro Sánchez y las víctimas del terrorismo, en el mismo evento, añade una capa adicional de complejidad al panorama. En la recepción posterior al desfile, la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Maite Araluce, increpó a Sánchez por las recientes decisiones gubernamentales que favorecen la reducción de penas para los etarras, lo que deja entrever el delicado equilibrio que el presidente intenta mantener entre sus compromisos políticos y las crecientes críticas sociales.