Según documentos a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, la memoria justificativa de la UCM detalla que en el año 2021, Gómez necesitó realizar gastos de representación con un importe de 388,80 euros para la incorporación de diferentes participantes dentro de la cátedra, lo cual se materializó en adendas nuevas. Entre los restaurantes frecuentados por Gómez durante su labor de representación, se destaca una comida el 21 de septiembre de 2021 en El Jardín de Arzábal, ubicado en el Museo Reina Sofía de Madrid, que generó una factura de 166,30 euros.

El 30 de septiembre, Gómez presentó otra factura a la UCM por 84,70 euros, correspondiente a una comida en el restaurante de comida japonesa Soy, dirigido por el chef Pedro Espina. Más adelante, el 10 de noviembre, otra factura fue girada a la universidad, ascendiendo a 59,80 euros, en relación con una comida en el conocido Sushita.

Estas facturas, justificadas como gastos de representación, han generado revuelo, considerando que se trata de una universidad pública. La inclusión de estas partidas en la memoria justificativa refleja el uso de fondos públicos para actividades relacionadas con la dirección y gestión de la cátedra. No obstante, la falta de detalles, como el número de comensales o la relación laboral con las personas presentes, ha suscitado preguntas sobre la transparencia y justificación de estos gastos en la universidad.

En respuesta a esta controversia, la Universidad Complutense de Madrid ha pedido al juez del caso Begoña Gómez que investigue a la esposa de Pedro Sánchez por un posible delito de "apropiación indebida". La universidad ha encontrado indicios de este delito en la investigación interna realizada tras estallar el escándalo.

La UCM ha detallado en su informe que el objetivo es averiguar si se han causado perjuicios al patrimonio de la universidad, mencionando además la falta de cooperación de determinados participantes afectados por la cuestión. Las actividades desarrolladas buscan determinar si ha existido una apropiación indebida de determinados productos considerados titularidad de la UCM, como plataformas o software.

Este informe, que inculpa a Begoña Gómez, fue entregado al juzgado el 1 de julio. Un día después, Gómez se reunió en el vicerrectorado de Relaciones Internacionales y Cooperación de la UCM con el vicerrector José María Coello de Portugal. Este encuentro se produjo tres días antes de la citación de Gómez en calidad de imputada, según ha revelado THE OBJECTIVE.

Fuentes presentes en el encuentro aseguran que Gómez, vestida con un atuendo verde, llegó alrededor de las 12.00 horas y se fue a las 14.45 horas con un rostro serio. El 5 de julio, Gómez se presentó ante el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid como imputada y logró aplazar el interrogatorio alegando que no había recibido toda la documentación pertinente del caso. Gómez deberá volver a declarar el próximo 19 de julio, mismo día en que el juez ha citado a Coello de Portugal y a su antecesor, Juan Carlos Doadrio, en calidad de testigos.

La jueza del Barco ha establecido que Begoña Gómez acceda este viernes a los juzgados de Plaza de Castilla por el garaje del edificio, limitando este acceso exclusivamente a ella y no a su letrado. Además, ha restringido el acceso a la planta de los juzgados donde Gómez declarará, permitiendo la presencia únicamente de las personas que trabajen o estén citadas en esa planta y cuatro periodistas. Estas medidas buscan evitar incidentes y garantizar que la declaración de Begoña Gómez se desarrolle en un entorno seguro y controlado.