Paloma Palacio, concejal del PSOE en Santoña, se vio envuelta en una trifulca durante un partido en el estadio El Plantío en el partido Burgos-Racing del pasado fin de semana.

Tras los hechos, durante una entrevista concedida a una emisora de radio local, Palacio intentó explicar los acontecimientos que la llevaron a ser parte central de la contienda. “Veo aparecer a tres personas que bajan directamente, pues, de la grada... Yo no he tenido absolutamente nada que ver, o sea, mis compañeros fueron increpados, al final, fue como...”, relataba Palacio, intentando distanciarse del núcleo del conflicto, aunque sus palabras no hacen sino confirmar su presencia activa en el tumulto.

En sus propias declaraciones, Palacio subraya su rol pasivo: “Lo único que intento es separar... En todo momento, lo que yo quiero hacer ahí, es separar, que las aguas no vayan absolutamente nada más”. Sin embargo, la mera presencia y las acciones descritas son suficientes para cuestionar su juicio y la idoneidad de su intervención en un evento deportivo que requiere de conductas apaciguadoras y no de participación en altercados.

Más allá de las explicaciones de Palacio, el incidente fue lo suficientemente serio como para que la Policía Nacional tuviera que intervenir, retirando a varios implicados del lugar, entre ellos, los acompañantes de la concejal. “...A mis compañeros, se los lleva la Policía Nacional, los dejan a un lado del campo y esperan las directrices...”, confirmaba Palacio, lo que implica una perturbación significativa del orden público. Y finalmente fueron expulsados por los agentes de la autoridad. 

La reacción de Palacio ante las críticas y reportajes posteriores también revela una tentativa de politizar el incidente y desviar la atención de su conducta: “...Luego con el diario, con el alerta, que es un panfleto desinformativo, que lo único que buscan es un titular, porque no hacen absolutamente nada más, y dañar a la gente buscando un fin que además es político...”, una acusación grave que intenta minar la credibilidad de los hechos sobre su comportamiento en el campo.

Este desafortunado evento no solo cuestiona la capacidad de Paloma Palacio para desempeñarse en su rol sin atraer polémica, sino que también resalta una preocupante tendencia a confrontar críticas con negaciones y acusaciones de conspiraciones políticas. Este tipo de actitud, lejos de resolver, profundiza las dudas sobre su aptitud para sostener un cargo que exige, por encima de todo, integridad y responsabilidad. Además en ningún momento de la entrevista, la representante pública, pide disculpas a sus vecinos de Santoña y Cantabria, sino que cree ha actuado correctamente. 

Como representante pública, Palacio debe un ejemplo de conducta inmaculada, según consta en el ‘Código Ético y de Conducta’ del PSOE, “la integridad es fundamental para mantener la confianza de la ciudadanía y militancia” o  “comprometerse a mantener una conducta intachable”, algo que en este caso está cuestionado.

Lo ocurrido en El Plantío, descrito por ella misma en términos que implican al menos un involucramiento indirecto en el conflicto, no hace más que subrayar la necesidad de una revisión crítica de nuestras expectativas hacia quienes ocupan estos puestos de influencia y poder. La ciudadanía merece representantes que no solo se abstengan de involucrarse en disputas menores, sino que activamente promuevan la concordia y el respeto mutuo, cualidades aparentemente ausentes en este incidente.  

🚨 Bochorno en el estadio: Una concejal del #PSOE en #Santoña es expulsada del campo durante el partido Burgos-Racing. #futbol 🔥💚 #BurgosCFRacing #PSOESantoña #fútbol #BurgosCF #RacingSantander #psoe #psoecantabria #santoña pic.twitter.com/SIc96elkzd

— eldiarioalerta.com (@ALERTAeldiario) April 15, 2024

CONSECUENCIAS PARA EL CLUB Y SUS SOCIOS

En el reciente enfrentamiento deportivo entre el Burgos y el Racing de Santander, la afición racinguista, que en su mayoría mostró un comportamiento ejemplar, vio empañada su imagen por incidentes aislados que culminaron con la expulsión de 10 aficionados del equipo cántabro del estadio El Plantío y dos detenidos. A pesar de la gravedad de los acontecimientos, el Racing de Santander aún no ha emitido un comunicado oficial respecto a estos sucesos. Estos hechos impactan negativamente en la reputación de un club históricamente conocido por la pasión y la lealtad de sus aficionados.