Mohamed Attaoui ha conseguido este domingo en el Desafío de Nerja la marca mínima olímpica de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) en los 800 metros, asegurándose así una plaza en los próximos Juegos Olímpicos de París. Este logro representa un hito importante en la carrera del joven atleta, que sigue deslumbrando con su velocidad y capacidad competitiva.

Attaoui, conocido por su impresionante aceleración en los metros finales de las carreras, ha dejado claro que su potencial sigue en aumento. Su victoria en Nerja no solo le garantiza su presencia en París, sino que también refuerza su posición como uno de los ochocentistas más prometedores a nivel mundial.

El ascenso de Mohamed Attaoui ha sido meteórico. Desde su fichaje por el On Athletics Club Europe, ha mostrado un rendimiento excepcional. "Después del Campeonato de España de Torrent, subí a Sierra Nevada para preparar el Mundial de Budapest y allí coincidí con Adel Mechaal. Él me recomendó firmar por este equipo, y desde entonces, todo ha cambiado", revela Attaoui.

El atleta cántabro

El 1 de junio de 2023, Attaoui era un prometedor mediofondista con una sola marca sub-1:47. Apenas 84 días después, tras un verano espectacular, se convirtió en uno de los mejores ochocentistas del mundo, quedándose a solo 12 centésimas de la final del Mundial de Budapest. Este meteórico ascenso ha sido fruto de su dedicación y de una autoconfianza creciente. "Me parece algo increíble; mi autoconfianza ha mejorado significativamente y mi trabajo diario va encaminado a conocerme mejor y desarrollar mi potencial", explica.

Con su nueva vida, que incluye entrenamientos en Suiza y Sudáfrica, Attaoui ha encontrado el entorno perfecto para concentrarse únicamente en correr. "Mi vida toma un giro importante, pero siempre vuelvo a Torrelavega, donde están mi familia y amigos", comenta.

Para Attaoui, el apoyo de su nuevo equipo y la experiencia de competir al más alto nivel han sido cruciales. Con la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de París, Attaoui no solo aspira a competir, sino a dejar una huella significativa en la historia del atletismo español.