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El Diario de Cantabria

RESUMEN DEL AÑO

Racing, la buena cosecha del 22

El Racing ha conseguido este año el ascenso y un título y, por vez primera en mucho tiempo, ha llegado fuera del descenso al ecuador del campeonato en Segunda División | La victoria de febrero en Riazor lo cambió todo

Toda la expedición racinguista que se desplazó a Ferrol celebra el título de campeón de Primera RFEF. / RRC
Toda la expedición racinguista que se desplazó a Ferrol celebra el título de campeón de Primera RFEF. / RRC
Racing, la buena cosecha del 22

Podría haber sido mejor. Podría estar ahora el Racing peleando por un puesto de playoff de ascenso o, qué demonios, puestos a elucubrar, incluso podría estar situado en posiciones de ascenso directo, pero no hay que negar que el 2022 ha sido un gran año. Será un año que pasará a la historia como pasan siempre los años en los que se ha logrado un ascenso. El conjunto cántabro lo logró a lo grande, con galones y autoridad. Tanto es así, que incluso levantó una copa de campeón. Se ganó el derecho a competir en Segunda División y, al contrario que en las últimas ocasiones, se está comiendo el turrón fuera de las posiciones de descenso. Se libra por un pelo pero ahora mismo firmaría llegar a junio en el mismo lugar que está ahora. No es poco.

Todo año natural está dividido en dos y más aún cuando un equipo ha estado en dos categorías diferentes. El 2022 ha sido la transformación de la cabeza de ratón en cola de león. Y no es una transición sencilla. Hace mucho que no le sale bien al Racing, que en sus últimos intentos ha vuelto a la madriguera a las primeras de cambio. Ahora quiere que sea diferente y en esa pugna está después de un segundo semestre en el que le ha tocado competir contra los elementos. Le ha costado ganar y le ha costado marcar goles, no como en los primeros seis meses del año, cuando cogió la moto y no esperó a nadie.

El conjunto cántabro comenzó el año intuyendo que el ascenso directo con el que premiaba la recién esperada Primera RFEF al campeón de cada grupo era utópico. El Deportivo se mantenía como un equipo fiable y comenzó febrero con seis puntos de ventaja sobre el Racing, situación privilegiada teniendo en cuenta que éste aún debía visitar Riazor. Sin embargo, pocas veces han cambiado tan rápido las cosas. En un visto y no visto, en cuestión de pocas semanas, pasó a ser el conjunto cántabro quien se puso con esa misma media docena de puntos de renta.

Todo cambió en febrero. Lo hizo en todos los sentidos, tanto en lo puramente futbolístico como en lo mental. Los aficionados más ultras del equipo coruñés creen que la culpa de todo lo que les sucedió estuvo en el aplazamiento del partido ante los cántabros, ya que se debió haber jugado el treinta de enero. El Racing detectó dos casos de Covid e, intuyendo que iban a aparecer más en los días siguientes y que podía resultar peligroso compartir varias horas de autocar y una convivencia en el hotel, pidieron aplazar el encuentro, algo que sorpresivamente se aceptó desde la Federación.

Los jugadores, llegando al Ayuntamiento en autobús tras lograr el ascenso. / RRC
Los jugadores, llegando al Ayuntamiento en autobús tras lograr el ascenso. / RRC

En verdad, no aparecieron más positivos los días siguientes y, para colmo, los dos jugadores que habían sido infectados y que, por lo tanto, habrían causado baja el día previsto inicialmente para disputar el partido, fueron los grandes protagonistas del gol que lo cambió todo. El encuentro se celebró finalmente el 16 de febrero y se decidió por una asistencia de Soko y un gol, el primero y único hasta la fecha con la camiseta del primer equipo, de Íñigo Sainz Maza. Aquello fue como hurgar en la herida pero lo cierto es que fue una victoria difícilmente discutible.

El equipo gallego ya venía dando síntomas de alarma, con victorias en los últimos instantes de los encuentros y perdiendo algún punto poco explicable. El partido ante el Racing lo interpretaron como la mejor oportunidad posible para reaccionar pero se chocaron contra un equipo verdiblanco superior. Los hombres de Fernández Romo salieron con descaro y sin verse acomplejados por un graderío completamente lleno. Aquello olía a final por todos lados pero el conjunto cántabro respondió. Salió a buscar al temible Deportivo, le incomodó, le condicionó y logró que se jugara, mayoritariamente, en su campo. Marcó y después supo mantener con solvencia su portería a cero.

Aquello pareció como la culminación del Racing de Fernández Romo, la llegada a la cima de un proyecto que había ido creciendo poco a poco. «El partido de Riazor lo cambió todo», afirmaría Cedric poco después. «Nos hizo creernos de verdad que somos un gran equipo, una familia, la unión de los que estaban en el campo y los que estábamos en el banquillo aquella noche fue espectacular. Desde ese partido las cosas cambiaron a nivel mental, de creérselo, de saber que tenemos una oportunidad muy bonita y que la queremos coger», añadió.

Íñigo marcó el gol en Riazor que lo cambió todo. / RRC
Íñigo marcó el gol en Riazor que lo cambió todo. / RRC

Aquella fue la semana fantástica. Tras dos semanas sin competir por el aplazamiento antes mencionado, el Racing se midió a tres rivales ambiciosos como los del Badajoz, el Deportivo y Unionistas, que se había pasado en la zona noble prácticamente toda la temporada y que todavía no había perdido en su campo. Y el Racing ganó 1-2 con goles de Pablo Torre y Mantilla. Esto, junto a ese gol para la historia de Íñigo en Riazor, confirmó el paso adelante de los canteranos incluso en la faceta goleadora, que era algo que le estaba costando al Racing porque a sus delanteros les estaba costando ver puerta.

Aquello lo cambió la entrada de Cedric en acción. El africano había comenzado bien el campeonato, con un gran gol contra el Tudelano y viendo puerta con asiduidad, pero entró en un túnel coincidiendo, para colmo, con su renovación, que le impidió ver puerta, lo que siempre afecta a la cabeza de los delanteros. Sin embargo, todo cambió con la visita de la Cultural a Santander, que se produjo apenas tres semanas después del triunfo de Riazor. El Racing ganó 4-0 y el ‘nueve’ verdiblanco se llevó el balón a casa porque rompió la sequía con tres goles. A partir de ahí, no paró y, en una historia similar a la del año anterior, comenzó a marcar prácticamente en cada jornada, lo que agrandó la racha del conjunto cántabro, que se mostró imparable.

La primera victoria de nuevo en Segunda fue en El Molinón
La primera victoria de nuevo en Segunda fue en El Molinón

UN ONCE FIJO. Hasta que Cedric entró en racha, habían sido Manu Justo, que no logró asentarse como titular porque le costaba acertar cada vez que partía de inicio, y Pablo Torre quienes, mayormente, se responsabilizaron del gol. El canterano creció aún más en la segunda vuelta, en la que jugó más liberado y en la que llegó mucho más al área. Se estabilizó un once que todo el mundo se aprendió de memoria asentándose Fausto Tienza como compañero de Íñigo en la sala de máquinas y apareciendo Arturo, uno de los fichajes invernales, en la banda izquierda con, finalmente, Cedric fijándose en punta.

El primer partido que perdió el Racing en el 2022 fue el 7 de mayo, justamente una semana después de la consecución del ascenso. La resaca fue muy larga. El salto de categoría matemática se consumó el día uno de ese mismo mes pero, en el fondo, se daba por hecho desde semanas antes. Así de sobrado acabó el conjunto cántabro, que incluso concedió al aficionado un divertido partido que acabó empate a dos, lo que obligó a sufrir. Así todo sabe mejor y la fiesta fue por todo lo alto, primero en el propio estadio y después en el Ayuntamiento y en toda la ciudad. Fue una jornada para el recuerdo.

El equipo verdiblanco tenía en su mano batir algunos récords pero le pudo la pereza. En Tudela apareció desganado y se llevó un 3-0 mientras que en el último partido contra el Bilbao Athletic, que se jugaba la vida, perdió también 2-1. Sólo salvó los muebles por respeto a su gente en el último partido en Los Campos de Sport, que fue contra el Valladolid B, al que ganó 1-0.

Aquellos encuentros que en verdad carecían ya de interés para el racinguista fueron sólo las estaciones previas al último que le quedaba por disputar. Iba a ser el primer viernes de junio contra el campeón del grupo segundo para dilucidar quién quedaba campeón de Primera RFEF. Son siempre encuentros de discutido interés después de que ambos contendientes hayan conseguido ya el ascenso pero esta vez tenía el aliciente de conceder un título y una copa al ganador. Y la sala de trofeos del Racing no está tan sobrada como para despreciar algo así. Lo malo fue que la Federación se lo cargó con su insistencia en poner bajo subasta la organización del mismo, junto con la del playoff de ascenso. Quien más pagó fue Galicia, lo que dio ventaja al Racing de Ferrol y al Deportivo. Ambos, como el Badajoz el curso anterior, fracasaron.

Aquella nefasta idea federativa a la que por suerte se ha puesto fin hizo que el Racing y el Andorra se disputaran un título sin apenas aficionados en las gradas. Fue como un partido de pandemia, a puerta cerrada. Y fue una pena porque podría haber sido una gran jornada festiva. Además, aunque pocos daban un euro por ello por la pobre imagen que había dado el equipo en sus últimas apariciones, se vio una buena versión del conjunto cántabro, que ganó con merecimiento 3-0 al Andorra. Y se llevó el título. Por un momento, los jugadores de Primera RFEF se sintieron de Champions porque toda la parafernalia de entrega del trofeo fue similar, con confeti y fuegos de artificio. Fue una imagen para el recuerdo que, en verdad, prácticamente pasó desapercibida al no haber allí prácticamente nadie.

NUEVA AVENTURA. Como suele suceder, todo hacía indicar a principios de verano que la plantilla no iba a sufrir demasiados cambios porque, además, buena parte de la misma mantenía contrato en vigor, pero lo cierto es que el Racing acabó cerrando catorce fichajes, por lo que también hubo una buena colección de bajas. La pretemporada verdiblanca resultó irregular pero ya dejó en el camino algunas sospechas razonables, ya que no fue capaz de ganar a ningún equipo de su misma categoría. Tanto es así, que sólo marcó un gol y de penalti. Aquello no hizo otra cosa que anunciar lo que sucedería a lo largo de la primera vuelta.

El retorno del Racing a Segunda División resultó fatal: cuatro derrotas consecutivas sin ni tan siquiera ver puerta y tocando fondo tras un penoso partido en Tenerife. Apenas tres días después tocó jugar en El Molinón contra un Sporting que apuntaba alto y que parecía un rival poco propicio para acabar con la racha, pero el conjunto cántabro ganó 0-2. A aquella victoria le siguió un meritorio empate en casa contra Las Palmas tras haber sido mejor en el primer tercio de partido y tras jugar con uno menos toda la segunda parte, en la que aguantó de manera heroica el Racing. Éste perdería a la semana siguiente en Eibar (2-1) pero dejando una buena imagen y mereciendo más y, a partir de ahí, se inició una racha en la que no sólo dejó de encajar goles, sino que se pasó ocho jornadas sin perder. Creció y creció hasta, tras una victoria en Andorra, colocarse en décimo cuarta posición con un cómodo colchón respecto al descenso. De transmitir el temor a no ser competitivo y estar descendido en diciembre, pasó a permitir soñar al más osado.

Lo malo fue que tras aquella victoria en Andorra, el Racing estuvo 15 días sin jugar por el parón provocado por la Copa del Rey y, cuando volvió, encadenó cinco derrotas seguidas. Del cielo al infierno en un cuarto de hora. Es una dinámica que no resistiría ningún entrenador y que propicio la destitución de Fernández Romo, algo que no se le habría pasado por la cabeza a nadie sólo un mes antes.

Todo podría haber sido diferente si el equipo no hubiera sufrido nueve expulsiones en apenas veinte partidos ni estampado once balones al palo. No se puede decir que tuviera suerte pero todo eso forma parte del fútbol. Cada vez que una moneda saltó al aire, le salió cruz. Para colmo, toda la fiabilidad que había mostrado en Los Campos de Sport el curso anterior, donde no perdió ni un solo partido liguero, se convirtió en debilidad. En diez partidos como local, sólo ha marcado cuatro goles y ha ganado un solo partido, que fue el disputado contra el Zaragoza. Es, de largo, el peor equipo como local.

A pesar de todo ello, el conjunto cántabro ha conseguido llegar al ecuador fuera de las posiciones de descenso aunque empatado a puntos con quien tiene su nombre subrayado en rojo. Lo ha logrado gracias a, por lo menos, haberse ido de vacaciones habiendo puesto punto y final a su pésima racha de resultados gracias a una notable victoria en Cartagena por 0-3. Además, el equipo verdiblanco la logró en el debut como entrenador de José Alberto, el técnico elegido para sustituir a Fernández Romo. Por él apostó un Racing que en el 2023 quiere conseguir, al cuarto intento, quedarse en Segunda División tras los tres fiascos anteriores. No es menor dicho propósito.

TODOS LOS RESULTADOS

9 de enero  Racing - S. S. de los Reyes: 0-0

22 de enero  SD Logroñés - Racing: 0-1

26 de enero  Racing - Racing de Ferrol: 1-0

13 de febrero  Racing - Badajoz: 0-0

16 de febrero  Deportivo - Racing: 0-1

20 de febrero  Unionistas - Racing: 1-2

27 de febrero  Racing - R. Unión: 4-1

6 de marzo  Talavera de la Reina - Racing: 1-1

9 de marzo  Racing - Cultural Leonesa: 4-0

13 de marzo  Racing - Zamora: 2-1

19 de marzo  Calahorra - Racing: 1-2

27 de marzo  Racing - SD Logroñés: 1-0

1 de abril S. S. de los Reyes - Racing: 0-1

10 de abril  Internacional - Racing: 0-3

16 de abril  Racing - UD Logroñés: 1-0

23 de abril  R. Majadahonda - Racing: 2-4

1 de mayo  Racing - Celta B: 2-2

7 de mayo  Tudelano - Racing: 3-0

15 de mayo  Racing - Valladolid B: 1-0

21 de mayo  Bilbao Athletic - Racing: 2-1

3 de junio  Racing - Andorra: 3-0

14 de agosto  Racing - Villarreal B: 0-2

20 de agosto  Granada - Racing: 2-0

28 de agosto  Racing - Oviedo: 0-1

3 de septiembre  Tenerife - Racing: 1-0

11 de septiembre  Sporting - Racing: 0-2

18 de septiembre  Racing - Las Palmas: 0-0

25 de septiembre  Eibar - Racing: 2-1

1 de octubre  Racing - Málaga: 0-0

9 de octubre  Levante - Racing: 0-1

12 de octubre  Racing - Zaragoza: 1-0

15 de octubre  Huesca - Racing: 0-0

23 de octubre  Racing - Ponferradina: 1-1

29 de octubre  Leganés - Racing: 0-0

1 de noviembre  Racing - Alavés: 1-1

5 de noviembre  Andorra - Racing: 0-1

20 de noviembre  Racing - Burgos: 0-1

26 de noviembre  Albacete - Racing: 2-1

4 de diciembre  Racing - Lugo: 0-1

8 de diciembre  Ibiza - Racing: 1-0

11 de diciembre  Racing - Mirandés: 1-2

17 de diciembre  Cartagena - Racing: 0-3

22 de diciembre  Linares - Racing: 1-0 (Copa)

PARTIDOS GANADOS: 20

PARTIDOS EMPATADOS: 10

PARTIDOS PERDIDOS: 13

GOLES A FAVOR: 48

GOLES EN CONTRA: 32

Racing, la buena cosecha del 22
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