Los primeros años de vida se encuentran entre los más importantes para el desarrollo mental y físico de un niño. En los primeros años, la ciencia muestra que nuestros cerebros construyen nuevas conexiones a un ritmo que nunca más se repetirá, con más del 80% del desarrollo neuronal cuando alcanzamos los tres años de edad.

En este proceso de construcción del cerebro, no solo se deben satisfacer las necesidades físicas. Los bebés y los niños pequeños también requieren estimulación mental y una interacción cercana y amorosa con quienes los rodean, desde el nacimiento. Estos preciosos momentos suelen tener lugar con miembros de la familia, que son el centro de las primeras y más preciadas relaciones de un bebé. Pero cuando alguno de estos procesos se rompe, las familias necesitan ayuda externa para que los primeros años del niño no se vea afectado.

Aldeas Infantiles SOS, tiene como principal objetivo atender y ayudar a la infancia más vulnerable. Presente en España desde 1967, es una organización internacional, privada, de ayuda a la infancia, sin ánimo de lucro, interconfesional e independiente de toda orientación política. 

Su labor se centra en el desarrollo del niño hasta que llega a ser una persona autosuficiente e integrada en la sociedad. Trabajan para fortalecer a las familias vulnerables para que puedan atender adecuadamente a sus hijos; protegen a los niños que no pueden vivir con sus padres, a los que brindan un entorno familiar protector en el que puedan crecer sintiéndose queridos y respetados; y acompañan a los jóvenes en su proceso de maduración e independencia. Su marco de actuación se articula en torno a la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y las Directrices de Naciones Unidas sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños.

Los gobiernos, la sociedad civil y los ciudadanos preocupados son partes interesadas esenciales en estos programas para revitalizar las necesidades de una comunidad y sacarlas de las dificultades. La comunidad más vulnerable son los menores en riesgo. En cada etapa de su vida, incluso al nacer, los niños en exclusión infantil se enfrentan a desafíos que les cambian la vida. 

La organización trabaja en 137 países en todo el mundo protegiendo a los niños y niñas que no pueden vivir con sus padres, fortaleciendo a familias en riesgo y acompañando a los jóvenes hasta su plena integración en la sociedad

En España, la pobreza infantil es un factor determinante en las familias vulnerables. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE 2018) el 29,5 por ciento de los niños se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social, y el 6,5 por ciento enfrentaba privaciones materiales extremas en el país. La pobreza infantil es particularmente alta en las regiones rurales, entre las comunidades de inmigrantes, refugiados y romaníes, y en los hogares con personas con discapacidad (ACNUDH, 2020). 

Además, los hogares con niños o adolescentes tienen más probabilidades de vivir en la pobreza o la exclusión social que los hogares con solo adultos (ACNUDH, 2020).  

La labor y trabajo de una ONG como Aldeas Infantiles SOS, que trabajan sobre el terreno con programas de respuesta ante emergencias es una necesidad para dar a cada niño un futuro mejor.