En una sesión extraordinaria del Pleno Municipal de Torrelavega, se aprobó la Agenda Urbana de Torrelavega de 2030. Sin embargo, la votación reveló una diversidad de posturas entre los diferentes grupos políticos representados en el ayuntamiento, generando opiniones encontradas sobre su impacto en los ciudadanos.

El acuerdo fue respaldado por el PRC, PSOE y Torrelavega Sí, mientras que el PP optó por abstenerse y Vox e IU-Podemos votaron en contra. Una respuesta que refleja una serie de preocupaciones y consideraciones en torno al contenido y la elaboración de la agenda, y plantea interrogantes sobre cómo afectará a la vida cotidiana de los ciudadanos de Torrelavega.

Durante el debate, el concejal Jesús Sánchez resaltó la importancia del documento como «una herramienta para asegurar la financiación externa y avanzar en proyectos cruciales para la ciudad, lo que podría traducirse en mejoras en infraestructuras, servicios públicos y oportunidades de empleo para los ciudadanos». En contraste, el portavoz socialista José Luis Urraca Casal enfatizó que la Agenda Urbana es una guía esencial para posicionar a Torrelavega como receptor de fondos europeos, lo que podría implicar beneficios tangibles para la comunidad en términos de inversión en proyectos de desarrollo urbano y social.

Por otro lado, el PP expresó su abstención debido a la percepción de que el documento «carecía de un proceso de elaboración participativo», lo que podría generar incertidumbre entre los ciudadanos sobre cómo se implementarán las medidas propuestas, cómo afectarán sus vidas diarias y sobre su cumplimiento.

Mientras tanto, Torrelavega Sí respaldó la agenda como una oportunidad para acceder a financiación europea, aunque subrayó la importancia de una gestión efectiva que asegure que los proyectos se ejecuten de manera transparente y beneficien verdaderamente a la ciudadanía.

En contraposición, tanto Vox como IU-Podemos expresaron su desacuerdo con la falta de concreción y participación en la elaboración del documento, así como la ausencia de políticas verdes y de justicia social.

El portavoz de Vox, Roberto García Corona, ha indicado que su voto en contra se basa en que este documento «carece de concreción, es un refrito de actuaciones de otros documentos, que se ha elaborado  de prisa y corriendo y falta participación».