En el corazón de Cantabria, La Posada El Molino de Cantabria se erige como un refugio donde el tiempo parece detenerse. Con una extensa parcela de 1,2 hectáreas que bordea el sereno río Riaño, este antiguo molino del siglo XVIII ha sido meticulosamente restaurado para preservar su encanto histórico.

El edificio principal, datado en 1766, no solo es el hogar de Olga y Jesús, los apasionados anfitriones de esta posada, sino que también alberga dos acogedoras salas de estar. Una de ellas exhibe la fascinante maquinaria original de molienda, creando un ambiente perfecto para relajarse con un buen libro, disfrutar de música o simplemente contemplar el entorno tranquilo con una copa en mano.

A pocos pasos del molino, el impresionante salto de agua de la presa forma una piscina natural donde el reflejo del atardecer en el agua invita al visitante a sumergirse en un ambiente idílico de paz y serenidad. Un pequeño bosque virgen de 8.000 m2 completa este paisaje, ofreciendo un oasis de calma donde los visitantes pueden escapar del estrés y el ajetreo de la vida cotidiana.

Las habitaciones de La Posada El Molino de Cantabria, bautizadas como La Volandera, La Tolva y La Cabria, son un homenaje a las partes esenciales del molino. Cada una está decorada de manera única, combinando la calidez de la madera con colores que invitan al descanso y la reflexión. Además de estas tres acogedoras habitaciones, el edificio restaurado de los años 40 también alberga aseos y dos salas adicionales, una de ellas destinada como zona de juegos para el disfrute de todos los huéspedes.

Olga y Jesús son conocidos por su amor incondicional por los animales, quienes comparten su vida con un gato, cuatro terranovas y dos alpacas, todos ellos considerados miembros de la familia. Los huéspedes que comparten esta misma pasión son bienvenidos a disfrutar de unos días de relax y romanticismo, con velas, iluminación tenue y música suave que crean un ambiente perfecto para escapadas en pareja.

En La Posada El Molino de Cantabria, la hospitalidad va más allá de ofrecer un simple alojamiento. Aquí, se busca y se ofrece amistad a aquellos que buscan una experiencia auténtica en la naturaleza, acompañada de un profundo amor por los animales y la tranquilidad que solo un lugar como este puede proporcionar. Situada en el Barrio Vayondo, 10, Entrambasaguas, Cantabria, las tarifas varían desde los 95 euros por habitación, con desayuno e IVA incluidos, hasta los 135 euros. Y sí, las mascotas son bienvenidas y tienen la libertad de explorar cada rincón de la posada como uno más de la familia.

Si estás buscando una escapada donde la calma y la belleza natural se unen en perfecta armonía, La Posada El Molino de Cantabria espera ser tu próximo destino.