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"Un amor intranquilo", un acercamiento a la bipolaridad a través del amor

Alicia García de Francisco

"Un amor intranquilo", un acercamiento a la bipolaridad a través del amor

Alicia García de Francisco

Madrid, 10 feb (EFE).- El cineasta belga Joachim Lafosse conoce de cerca el problema de la bipolaridad, un trastorno que sufre su padre, y por eso contar su historia en "Un amor intranquilo" ha sido a la vez la experiencia más dura y más placentera de su carrera, como reconoce en una entrevista con EFE.

"Gracias a los actores he podido reencontrarme con esas emociones de mi infancia que había abandonado", explica Lafosse tras presentar en el último Festival de San Sebastián un filme que llega este viernes a las pantallas españolas.

Hacía muchos años que el cineasta quería llevar la historia de su padre al cine -"estoy muy orgulloso de él, hace más de 30 años que no tiene que pasar por los hospitales ni someterse a tratamiento"- y de la turbulenta etapa que él vivió de niño y adolescente.

Varias veces empezó a escribir el guion y otras tantas lo abandonó porque se le cruzaban otros proyectos en el camino, aunque en realidad cree que estaba esperando a tener la experiencia necesaria para poder contar la historia con la distancia adecuada.

"Sin los trabajos que hice antes no hubiera podido contar la historia en la forma en la que lo he hecho", asegura convencido.

En "Un amor intranquilo", Lafosse se adentra en la relación de una pareja (sus padres) en apariencia normal y feliz. Él es pintor y ella restauradora de muebles. Tienen un hijo y la primera escena se desarrolla en el mar. Una escena apacible, pero la tensión se deja notar desde el primer minuto. Y en apenas unos minutos el espectador sabe que la bipolaridad de él está resquebrajando tanto su relación como la unidad familiar.

Pero para Lafosse no es una película sobre esa bipolaridad, sino sobre el amor. El personaje que interpreta Damien Bonnard trata de hacerse responsable de lo que ama y no quiere ser un enfermo, pero es una situación muy compleja y no puede prometer una curación porque no solo depende de su voluntad.

Y ella, Leila Bekhti, asume la fragilidad de su relación de pareja y lucha por los dos, sin abandonar en ningún momento a su amor, explica el realizador.

Para contar esta historia, lo más importante era encontrar a los intérpretes adecuados y los encontró en Bonnard y en Bekhti, que se volcaron en sus personajes.

Tanto que aceptaron pasar 15 días encerrados ensayando en la casa en la que se desarrolla la historia en la ficción. Allí pulieron un guion que a Lafosse le costó dos años escribir.

"Tenía las imágenes de la película en la cabeza y hasta la cara del actor, pero escribir algo autobiográfico no es fácil", explica el realizador, que asegura que gracias al cine ha podido verbalizar lo que vivió y olvidarse del pudor que le impedía contarlo.

Porque el trabajo de Bonnard y Bekhti fue más allá de lo que había imaginado y eso le facilitó mucho la labor de contar una historia tan personal.

"Su compromiso, su generosidad...fue increíble", dice Lafosse, que destaca especialmente a Bonnard. "Nunca he visto a un actor trabajar tanto para un papel.

"Estuvo tres meses con un psicoanalista explorando la bipolaridad, dos meses aprendiendo a pintar, una semana con el boxeo...cuando leyó el guion ya lo tenía todo preparado", recuerda.

Y de Bekhti resalta la sutileza de su interpretación, cómo quiso construir un personaje que no fuera una víctima y cómo entendió a esa mujer "que lucha por lo que ha elegido, algo que resulta extraño en una época en la que se abandona todo muy rápidamente".

Sin olvidar que fueron ellos los que decidieron el final de la historia, algo de lo que Lafosse ahora se muestra muy satisfecho pero que le generó un estrés que no quiere volver a experimentar.

"Se barajaron varios finales. Que la madre y el hijo se fueran, que la pareja se hundiera junta...pero fue en la misma mañana del día en que íbamos a rodar la escena final cuando descubrimos cómo debía acabar la historia y fue gracias a los sentimientos de Leila y Damien hacia sus personajes", explica el realizador.

Una película que comenzó su andadura en el Festival de Cannes, que pasó por el de San Sebastián y que cuenta con nominaciones a los César para sus dos protagonistas. EFE

agf/crf

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