Asunción, 1 feb (EFE).- El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, aseguró este martes que su país vive un "día de luto" después de que dos personas murieran y al menos seis más resultaran heridas en un tiroteo registrado el domingo, al parecer relacionado con el narcotráfico, en medio de un concierto.

"Vivimos un día de luto en el Paraguay, donde familias inocentes fueron víctimas del crimen organizado", dijo Benítez tras encabezar un acto en el que recibió 20 ambulancias donadas por el Gobierno de Japón.

El presidente se refirió así a un ataque armado ocurrido durante el concierto Ja'umina Fest, en la ciudad de San Bernardino, que causó la muerte de Cristina "Vita” Aranda, esposa del futbolista Iván Torres, del Olimpia, y de Marcos Rojas, según el diario ABC, distribuidor de cocaína en el departamento Central que presuntamente disputaba ese territorio al clan Rotela, vinculado al narcotráfico.

Rojas recibió ocho impactos de bala propinados con una pistola 9 milímetros y murió en el lugar.

Las versiones indican que Aranda fue alcanzada por uno de los proyectiles mientras hacía fila en la zona de los baños del anfiteatro.

El gobernante advirtió de que el crimen organizado "permea todas las instituciones" del país y consideró que es "algo que no podemos negar".

De allí que aseguró que la lucha "tiene que ser implacable" y debe unir al Ejecutivo, al Parlamento y la sociedad en general, ya que es un esfuerzo "que no tiene una fecha de vencimiento".

Las investigaciones han revelado que dos de los heridos --Luis Bogado Quevedo, requerido en extradición por las autoridades brasileñas, y Marcelo Monteggia-- están supuestamente vinculados a actividades de narcotráfico.

El jefe del gabinete de criminalística de la Policía Nacional, comisario Ricardo Cáceres, aseguró a la emisora ABC Cardenal que informes extraoficiales señalan que Rojas, Bogado Quevedo y Monteggia fueron observados comprando entradas para un grupo de al menos 14 personas que asistieron al espectáculo. EFE

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