Barcelona, 22 dic (EFE).- La Policía Nacional ha detenido a dos personas en una operación en que ha desarticulado una red en Barcelona dedicada supuestamente a la distribución y venta en internet de calzado deportivo falsificado, con la que en poco más de un año obtuvo unos ingresos de más de un millón y medio de euros.

Según ha informado este miércoles la Policía, dos de las marcas que eran clonadas por los detenidos presentaron una denuncia al constatar la venta fraudulenta de las falsificaciones a través de varias páginas de internet.

En el marco de esta operación, los agentes han bloqueado 13 cuentas bancarias, seis cuentas de una plataforma y otras seis páginas web en las que vendían el calzado deportivo falsificado y han eliminado sus perfiles en las redes sociales.

Según la Policía, las copias, procedentes de China, eran de una gran calidad, lo que inducía a los usuarios, junto al elevado precio de venta, de que estaba comprando productos oficiales.

La investigación comenzó tras la denuncia de los representantes de dos marcas internacionales de ropa deportiva que advirtieron de la venta, a través de diferentes páginas en internet, de zapatillas que aparentaban ser sus modelos originales.

Las investigaciones realizadas permitieron identificar a los dos responsables de la red, que habían creado un entramado de páginas web para ofrecer calzado deportivo de diversas marcas y las comercializaban a un precio similar al de mercado lo que, sumado a la alta calidad de la confección de las falsificaciones, les permitió obtener un gran volumen de clientes en España y en el extranjero.

De hecho, los investigadores calculan que en poco más de un año de actividad comercial los detenidos registraron ingresos por valor de más de un millón y medio de euros en cuentas bancarias españolas, sin descartar un volumen mayor de beneficios que podrían haber ingresado en diferentes plataformas de pago "online" extranjeras.

Los arrestados habían fundado dos sociedades en Barcelona cuyo objeto social era el comercio al por menor a través de internet, dando así una mayor credibilidad a la originalidad de los productos ofrecidos y blanqueando el origen ilícito de sus ingresos.

Los artículos falsificados los adquirían directamente a proveedores ubicados en China, mercancía que posteriormente ofrecían en sus tiendas en línea pero sin necesidad de almacenarla, ya que, según la Policía, utilizaban el modelo de distribución denominado "dropshipping", consistente en que los productos se remiten directamente de fábrica al cliente final sin necesidad de pasar por la custodia de los investigados.

Este modelo de distribución permitía que los detenidos no tuviesen que contar con un lugar para el almacenaje de sus productos. EFE

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