Uagadugú, 22 ene (EFE).- Decenas de manifestantes salieron este sábado a protestar en Uagadugú y otras ciudades de Burkina Faso contra la inseguridad generada por la violencia yihadista y la falta de resultados del Gobierno a la hora de frenarla, pero fueron dispersados por las fuerzas de seguridad con algunos incidentes.

Las movilizaciones, que habían sido convocadas por grupos de la sociedad civil pese a la oposición gubernamental y la negativa de autoridades como el Ayuntamiento de la capital a autorizarlas, fueron disueltas con gas lacrimógeno, según informó la radio local Oméga.

En Uagadugú, la zona del Gran Mercado fue epicentro de los incidentes después de que los manifestantes levantaran barricadas para enfrentarse a los agentes policiales.

Las instalaciones de ese mercado sufrieron un incendio a consecuencia de los proyectiles utilizados por las fuerzas de seguridad, de acuerdo también a Radio Oméga.

En otros puntos del país, como la suroccidental Bobo-Dioulasso (segunda mayor urbe del país), también se dieron manifestaciones que fueron dispersadas con similares incidentes.

El Ministerio de Seguridad burkinés había emitido este viernes un comunicando advirtiendo contra cualquiera que tuviera intenciones de realizar "actos de vandalismo", después de haber detectado, según el Ejecutivo, mensajes de "incitación a la violencia" en las redes sociales.

Las manifestaciones habían sido convocadas por grupos de la sociedad civil como "Salvemos Burkina Faso", que ya había movilizado también a los burkineses el pasado 27 de noviembre con consignas y resultados similares a los de esta jornada.

Las protestas piden la dimisión del presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré, por su falta de resultados a la hora de combatir los frecuentes ataques yihadistas que sufre el país.

En este contexto, el Gobierno mantiene restringido el acceso a la red social Facebook desde hace dos semanas "por razones de seguridad y otras preocupaciones de interés nacional", según explicó a la prensa local esta semana el portavoz del Gobierno burkinés, Alkassoum Maïga.

A esta restricción le precedía la suspensión de la conexión móvil a internet entre el 20 y 28 de noviembre de 2021, también por motivos de "seguridad pública" y en coincidencia con la manifestación convocada el 27 de noviembre.

En aquellos días la situación era especialmente tensa después de que el día 14 de ese mes al menos 53 personas (49 gendarmes y 4 civiles) hubieran muerto en un ataque terrorista en el norte del país.

A pesar de que Burkina Faso sufre la violencia yihadista desde 2015, este ataque generó mucha indignación y alimentó notablemente el descontento contra el Gobierno.

Los ataques yihadistas en Burkina Faso suelen atribuirse a grupos afiliados tanto a la red terrorista Al Qaeda como a la organización Estado Islámico (EI), especialmente en la región norteña del Sahel, pero se ha expandido a regiones vecinas y, desde 2018, al este del país.

La inseguridad ha provocado el desplazamiento interno de más de 1,5 millones de personas, según datos del Gobierno burkinés. EFE

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