Praga, 29 dic (EFE).- La última calle aún dedicada a Jozef Tiso, el sacerdote aliado de los nazis que dirigió Eslovaquia durante la II Guerra Mundial, está siendo objeto de una investigación policial sobre si la negativa del Ayuntamiento a cambiar el nombre supone un delito contra la ley nacional de memoria histórica.

Lenka Tichákova, una concejala independiente en el Ayuntamiento del pueblo de Varín, ha denunciado a diez de sus compañeros en el consistorio por negarse a retirar ese homenaje a Tiso, que colaboró con el exterminio de unos 60.000 judíos y fue ahorcado por las autoridades comunistas que se hicieron con el poder tras la guerra.

La edil considera que esos diez concejales incumplen la ley de 2020 que prohíbe conmemorar en memoriales, estatuas y calles tanto a la dictadura comunista checoslovaca (1945-1989) como al régimen títere de los nazis que dirigió Tiso entre 1939 y 1945, informa el diario Pravda.

Esos diez ediles de Varín, una localidad de 4.000 habitantes a 30 kilómetros de donde nació Tiso, está siendo ahora investigados por la Agencia Criminal Nacional (NAKA).

Tras la escisión de Checoslovaquia en 1993, la alcaldía de Varín decidió renombrar en honor a Tiso una de sus calles, que antes llevaba el nombre de Ladislav Pfliegel, uno de los líderes de la resistencia eslovaca contra los nazis. EFE

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