Murcia, 2 feb (EFE).- El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Murcia, en funciones de guardia, ha acordado este miércoles la libertad provisional para tres de los seis detenidos en el caso de supuesta corrupción destapado por la Guardia Civil a raíz de la detención de un jefe de servicio de la prisión murciana de Sangonera la Verde, informa el Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJM).

Se trata del director general de Carreteras de la Comunidad Autónoma de Murcia, José Antonio Fernández Lladó, quien ha sido cesado inmediatamente tras conocerse la noticia, así como los investigados que responden a las iniciales A.J.G. y M.P.A.

El director de Carreteras compareció esta mañana y se le volverá a llamar para que preste declaración en el juzgado que instruye la causa. Cuando el magistrado resuelva sobre la situación personal de los otros tres detenidos puestos a disposición judicial en relación con estos hechos y que aún no han prestado declaración, el TSJM informará de la decisión.

Todos ellos están investigados en un procedimiento abierto por los delitos de cohecho, tráfico de drogas, estafa, frustración de ejecución, fraude a la Administración, falsedad documental y pertenencia a organización o grupo criminal, añade la fuente, que aclara que falta individualizar la responsabilidad de cada uno de los seis detenidos en los hechos objeto de investigación, en la que también fueron detenidos otro funcionario de prisiones, un empleado del ayuntamiento de Alguazas y un funcionario estatal.

El caso de la Red Sangonera se conoció a través de la denuncia presentada en la Fiscalía por un interno de la cárcel, en la que aseguraba que un funcionario de prisiones le había pedido dinero a cambio de suavizar su estancia entre rejas, con promesas de facilitar, presuntamente, vis a vis con prostitutas y mejoras en el menú de las comidas, entre otros beneficios.

Al parecer, internos de la citada prisión murciana habrían sido invitados a entregar dinero para participar, presuntamente, en los negocios inmobiliarios emprendidos, supuestamente, por el jefe de servicio de la cárcel. EFE

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