París, 27 ene (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, acudirá el día 28 a la reunión de ministros de Interior de la UE en Tourcoing para defender su pacto migratorio, que supone en particular más presión sobre los países con fronteras exteriores, como España, para que controlen mejor la entrada de indocumentados.

El titular francés de Interior, Gérald Darmanin, explica en una entrevista al diario "La Voix du Nord" puesta en línea este jueves que el Consejo de Ministros que organiza el miércoles y el jueves de la semana próxima en esa ciudad y en Lille tiene para él un objetivo.

Se trata de "examinar los medios para imponer a los países que tienen fronteras exteriores de la UE un mejor control" que implique el registro de todos los extranjeros que entren en territorio europeo, verificar si tienen antecedentes y compartir esas informaciones en ficheros con el resto de sus socios.

A cambio, el resto de los Estados miembros se comprometerían a pagar "una parte de los gastos del control de las fronteras y una parte de los de demandantes de asilo".

Esa es la razón de ser del pacto migratorio que ha propuesto Macron durante su semestre de presidencia del Consejo Europeo, y que irá a defender ante los ministros en Tourcoing con el objetivo de que pueda adoptarse en marzo.

Un pacto que, en palabras de Darmanin, "revoluciona" las reglas del espacio Schengen y que está entre las grandes prioridades del presidente francés para las próximas semanas, sabedor de que la yugular la inmigración clandestina será uno de los temas estrella de la campaña para las elecciones presidenciales de abril.

De hecho, ese tema está también entre los que más abordan los candidatos a los que las encuestas sitúan inmediatamente detrás de Macron en intención de voto: la conservadora Valérie Pécresse y los ultraderechistas Marine Le Pen y Éric Zemmour.

El ministro del Interior señala que desde hace una veintena de años se constata un aumento de las personas que quieren venir a la UE y esa tendencia a su juicio no va a cambiar, porque hay numerosas dictaduras en el mundo, porque hay cada vez más refugiados climáticos y el Viejo Continente atrae por sus condiciones laborales y de estudios.

Ante esa realidad, Darmanin descalifica a los que prometen cero inmigrantes, porque "no es posible", pero también subraya que "no se puede acoger a toda la miseria del mundo", sino que hay que fijar a cuántas personas se puede permitir la entrada, cómo darles vivienda sin concentrarlas, como se hizo erróneamente en algunos barrios que ahora son focos de conflictos. EFE

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