Barcelona, 3 feb (EFE).- Los Mossos d'Esquadra han desactivado un punto de compra de móviles robados en un inmueble del barrio del Raval de Barcelona en el que intervinieron más de 120 teléfonos de alta gama y donde detuvieron a tres hombres relacionados con los hechos.

Según han informado este jueves los Mossos, agentes de la Policía de la Generalitat de la comisaría de Ciutat Vella de Barcelona detuvieron el pasado 30 de enero a un joven de 20 años como presunto autor de un delito de hurto, y a un hombre de 38 años y un menor de edad como presuntos autores de un delito de receptación.

Los hechos se remontan al mismo domingo 30 de enero, cuando agentes de paisano fueron requeridos para que se dirigieran al portal de un edificio del barrio del Raval donde había tres jóvenes, que no se conocían entre ellas y que habían sido víctimas de tres hurtos de sus respectivos teléfonos móviles.

Mediante el localizador de los dispositivos, a las tres víctimas les aparecía una misma ubicación de sus teléfonos móviles robados.

En paralelo, y mientras estaban haciendo gestiones en el lugar, los Mossos detectaron a un hombre que llegaba al mismo portal y que al recibir una llamada accedió al edificio.

Tras identificarlo, en el cacheo le encontraron cinco móviles de alta gama, tres de ellos envueltos en papel de aluminio en el interior de los calzoncillos, y el hombre manifestó a los agentes que los había sustraído la noche anterior y que se dirigía a un piso en el que solía venderlos.

Con el consentimiento de la propietaria, los agentes accedieron al piso e identificaron a varias personas en su interior. Concretamente, identificaron a un hombre que, al ver a los agentes, escondió rápidamente bajo un sofá más de 3.800 euros en efectivo.

En la habitación de este hombre encontraron un ordenador portátil y unos setenta móviles sobre un colchón presuntamente sustraídos, una veintena de los cuales ya habían sido previamente denunciados.

Se da el caso de que en aquellos que no constaban sustraídos, les faltaban tarjetas SIM o había imágenes de personas presuntamente extranjeras que muy posiblemente habían hecho turismo en la ciudad y que eran totalmente ajenas a los residentes en ese domicilio.

Ante estos hechos y los indicios obtenidos, los agentes detuvieron a un hombre y un menor de edad que habitaban en el inmueble como presuntos autores de un delito de receptación y recogieron todos los dispositivos para proseguir sus pesquisas.

Posteriormente, los Mossos pidieron una orden judicial de entrada en el inmueble tras la sospecha de que pudieran encontrar más dispositivos electrónicos en aquella dirección.

El lunes 31 de enero se llevó a cabo la entrada con el resultado de cincuenta teléfonos móviles más intervenidos, elevando la cifra de terminales presuntamente sustraídos a más de 120.

Los Mossos ya han devuelto una decena de ellos y continúan las gestiones policiales para realizar la devolución de todos los dispositivos posibles a sus legítimos propietarios.

Los dos detenidos por un delito de receptación pasaron a disposición judicial este miércoles, 2 de febrero, y el juez decretó su puesta en libertad.

El tercer detenido, investigado por un delito de hurto, quedó en libertad en dependencias policiales para declarar posteriormente ante la autoridad judicial. EFE

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