Berlín, 27 dic (EFE).- La retirada de Angela Merkel, tras 16 años en el poder, las inundaciones devastadoras en el oeste del país, el azote de una pandemia a la que Alemania tampoco era inmune y el adiós la austeridad marcaron 2021 en la primera potencia europea.

Y LA CANCILLERÍA PASÓ A UN HOMBRE

A Merkel se la llamaba ya la "canciller eterna" antes de entrar en 2021, el año elegido por la líder invicta para retirarse. No solo por su largo periodo en el poder, sino también por su capacidad de resistencia a las duras crisis que atravesaron Alemania y Europa bajo su dirección.

Merkel había anunciado su retirada en 2018 y cumplió hasta el último día, el 8 de diciembre, el mandato de servir al país. Ese día fue investido canciller el socialdemócrata Olaf Scholz, su último vicecanciller y ministro de Finanzas. Arrancó con los sondeos en contra, pero se alzó con la victoria por representar, a la vez, el continuismo y el cambio, en un tripartido inédito con verdes y liberales.

LAS CARENCIAS REVELADAS POR LA FUERZA DE LAS AGUAS

Puentes arrastrados por las aguas, carreteras derruidas, pueblos comidos a dentelladas al desbordarse uno de los afluentes del Rin, el río Ahr: las imágenes de las inundaciones sufridas en regiones de Renania del Norte-Westfalia y Renania Palatinado, dos populosos "Länder" del oeste, parecían impropias de un país avanzado.

Más de 180 muertos fue el balance de un desastre en que llegó a hablarse de 1.300 desaparecidos, porque la red de telefonía colapsó y no se les localizaba. En la búsqueda de sus causas salieron a la luz varias carencias, junto a la falta de ambición política contra la emergencia climática. Entre ellas, unos sistemas de alarma obsoletos, donde un error humano precipita la catástrofe.

LA PANDEMIA NO PERDONÓ AL PAÍS DE LA CIENCIA

Alemania superó mejor que otros la primera oleada de la covid-19, lo que en ese momento revalorizó a Angela Merkel como líder con una formación científica, capaz de entender a los expertos. Pero 2021 se abrió con la vida pública cerrada a cal y canto, entre máximos de contagios y muertes; hubo una tregua veraniega, seguida del otoño más duro.

Que la primera vacuna europea hubiera sido desarrollada por un matrimonio de científicos alemanes, Ugur Sahin y Özlem Türeci, fundadores de BioNTech, devolvió la voz a la ciencia. Aunque no libró a Alemania de la cuarta ola ni del movimiento antivacunas. El país de BioNTech cerrará el año con un 71 % de su población con la pauta completa, entre las tasas más bajas de Europa.

LA AUSTERIDAD, EL CORSÉ QUE ESTALLÓ

Desde la crisis de la zona euro se venía hablando del "dogma de la austeridad", aplicado a la tenaza alemana sobre el sur. Con el socialdemócrata Olaf Scholz, aún ministro de Finanzas, se finiquitó el dogma.

Frente a la pandemia se aprobó un presupuesto suplementario de 160.000 millones de euros; ante los estragos de las inundaciones se aprobaron otros 400 millones de euros. El ministro de Finanzas de la actual coalición, el "halcón" liberal Christian Lindner, se estrena ahora con otro presupuesto suplementario de 60.000 millones de euros.

LA INFLACIÓN, LA OLLA DE LOS TRUENOS

Alemania cerrará 2021 con la inflación disparada a niveles desconocidos desde hace 30 años. Un 5,2 %, era la tasa interanual de diciembre, en un año en que incluso antes de llegar a esos niveles se temía por la recuperación económica.

Los defensores de la ortodoxia apremian a la intervención del Banco Central Europeo (BCE). El adiós como presidente del Bundesbank de Jens Weidmann y su relevo por el socialdemócrata Joachim Nagel abre incógnitas sobre la línea del garante de la estabilidad monetaria.

NORD STREAM, SOLUCIÓN O DILEMA

Alemania, la única potencia europea apeada de la energía atómica, lleva años tanteando la transición verde. El gasoducto germano-ruso Nord Stream 2, ya completado pero sin certificado para entrar en funcionamiento, es una pieza clave en el engranaje.

Angela Merkel heredó el problema político -o la solución energética- de su antecesor, el socialdemócrata Gerhard Schröder, aliado personal y económico de Vladímir Putin. El proyecto ha sobrevivido a la ofensiva rusa en Ucrania, la represión a la disidencia, intentos de envenenamiento a líderes como Alexei Navalny y amenazas de sanción de Estados Unidos.

DE LÖW A FLICK

El relevo de Angela Merkel a Olaf Scholz marcó el año político. En lo futbolístico hubo otro adiós a una era que parecía eterna. Joachim Löw, seleccionador de fútbol, dejó el cargo que ocupó durante 15 años y cuya máxima gloria se remontaba a la Copa del Mundo de 2014.

La "Mannschaft" cayó en el Rusia 2018 en la fase de grupos y se desataron las alertas sobre la decadencia; en su última Eurocopa pasó al menos a la siguiente ronda. Empezó así la "era Hansi Flick".

EL BAYERN, A POR LA DÉCIMA

Las noticias en la Bundesliga hay que buscarlas en asuntos que no relacionados con el liderazgo. El Bayern Múnich cerró la temporada 2020-21, aún con Hansi Flick, con su noveno título liguero consecutivo. Y entró en la pausa de invernal, bajo Julian Nagelsmann, encabezando la clasificación y con nueve puntos sobre el Borussia Dormund.

La hegemonía bávara es incontestable. Los generadores de titulares van por otros lados, sea porque Joshua Kimmich da positivo de covid tras resistirse a vacunarse. O porque Robert Lewandowski rompe los récords del legendario Gerd Müller.

DOS LEYENDAS SE DESPIDEN

A propósito de Gerd Müller: el "Torpedo" del fútbol alemán, héroe del Bayern Múnich, campeón del Europa de 1972 y del Mundo dos años después, murió en agosto. Vivía retirado desde que en 2011 se le detectó Alzheimer.

Le siguió en diciembre Horst Eckel, de 89 años y el último integrante vivo de la selección que dio a Alemania su primera copa del Mundo, en 1954. El llamado "Milagro de Berna", con que la Mannschaft venció contra pronóstico a Hungría. EFE

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