París, 1 feb (EFE).- El nuevo director general del grupo de residencias de la tercera edad Orpea, Philippe Charrier, rechazó hoy las acusaciones de que la empresa tenía un sistema de racionamiento de la atención médica, de los cuidadores, de las medidas de higiene e incluso de la alimentación para mejorar la rentabilidad.

Aseguró que esas alegaciones "no se corresponden en absoluto con la vida en las residencias" e incluso dijo que "varias de las acusaciones no tienen fundamento".

Añadió que están dispuestos a aclarar la situación de la empresa "con una total transparencia" y manifestó su satisfacción por las inspecciones que ha puesto en marcha el Gobierno.

Hizo hincapié en que el nivel de satisfacción por su gestión de las residencias es del 90 %, lo que significa que "hay acontecimientos indeseables" y reconoció que "no somos perfectos" pero "tratamos de ir a la perfección".

El Gobiernos francés ha decidido lanzar dos investigaciones, una de tipo administrativo y otra financiero, sobre Orpea, tras las acusaciones de descuidar el trato a los ancianos por cuestiones de rentabilidad económica.

El portavoz del Ejecutivo, Gabriel Attal, explicó este martes en una entrevista a la emisora de radio France Info que la primera la dirigirá la Inspección General de Asuntos Sociales (IGAS) y la segunda la Inspección General de Finanzas (IGF).

Attal afirmó que son conscientes de que la cuestión del maltrato en las residencias es sensible, después de que se publicara un libro del periodista Victor Castanet, titulado "Les Fossoyeurs" (Los enterradores) que cuenta en detalle un sistema de racionamiento de la atención médica, de los cuidadores, de las medidas de higiene e incluso de la alimentación para mejorar la rentabilidad.

"Entiendo perfectamente que les haya chocado a los franceses", comentó en relación al contenido del libro, publicado la semana pasada.

La secretaria de Estado de Sanidad, Brigitte Bourguignon, convocó esta mañana a la dirección del grupo para que se explicara y para manifestar su enfado.

Ya antes de acudir a esa reunión, Orpea había anunciado el domingo la destitución de su director general, Yves Le Masne, que fue reemplazado por Charrier, hasta ahora presidente no ejecutivo del consejo de administración.

La empresa, que se presenta como uno de los líderes mundiales en la atención de personas con dependencia física o psicológica, gestiona 220 centros en Francia y 1.156 en todo el mundo, de los cuales 21 están en España.

En 2020, el último ejercicio para el que ha presentado sus cuentas, tuvo 174 millones de euros de beneficios con una facturación de 3.922 millones. EFE

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