Santander, 21 feb (EFE).- La presidenta del PP cántabro, María José Sáenz de Buruaga, ha apostado este lunes por una solución de "unidad" para la situación de los populares en torno a "quien tenga un liderazgo más fuerte, quien tenga un vínculo emocional más fuerte y quien tenga el apoyo de todo el partido".

Sáenz de Buruaga se ha expresado así en una rueda de prensa convocada esta tarde en el Parlamento regional para abordar la situación del PP nacional, que, ha lamentado, está haciéndose "el harakiri en plaza pública" con el "conflicto más autodestructivo de los últimos tiempos".

"Me niego a creer que uno de los nuestros sea un problema o una amenaza para el PP. El problema está fuera y se llama Sánchez. No Ayuso. Y todos somos necesarios, pero nadie está por encima de un proyecto que viene a servir a España", ha subrayado.

La líder de los populares cántabros ha abogado por "escuchar lo que viene de la calle, escuchar y dialogar con las estructuras regionales y buscar una salida de unidad".

Según ha dicho, estos días ha estado "guardando prudente silencio, lo que no quiere decir que haya estado ni quieta ni del perfil". "No reconozco a mi partido", ha señalado.

Y ha apostado por buscar una solución que les "vuelva a reunir a todos para trabajar afianzar y recomponer una alternativa democrática de centro-derecha en este país y en esta región en torno a quien mejor sea capaz de hacerlo". "Sin bandos", ha añadido.

En opinión de Sáenz de Buruaga, esa decisión le corresponde a Pablo Casado como presidente de los populares. "Y en función de su respuesta se plantearán los siguientes pasos", ha añadido.

"Tenemos que pedir perdón a todas las personas que visten la camiseta del partido en cada rincón de este país, a todos los quehan confiado en nosotros y también a todos los españoles, porque ninguno merece esto. Hemos fallado. No hemos estamos a la altura. Y así hay que reconocerlo en un ejercicio de lealtad con todos ellos. No podemos engañarnos ni hacernos trampas", ha recalcado.

A su juicio, "lamentablemente ésta ha dejado de ser una crisis interna de partido para pasar a otra dimensión". "Esto se ha ido de las manos y estamos asistiendo al divorcio del PP con sus bases y sus votantes", ha opinado.

EFE

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