Trípoli, 22 feb (EFE).- El primer ministro interino nombrado dos semanas antes por el Parlamento libio (este), Fathi Bashagha, anunció hoy la inminente formación de su gabinete y se comprometió a cumplir el plazo límite, que concluye este 24 de febrero, para obtener la confianza de la Cámara.

Bashagha reveló la puesta en marcha de un comité jurídico que estudiará los expedientes de los diferentes aspirantes para garantizar la ausencia de antecedentes penales y cuyo equipo, según explicaron fuentes parlamentarias a Efe, estará formado por 27 carteras y respetará las cuotas de representación regional con el fin de satisfacer a todas las partes.

"Sólo el Consejo de Diputados tiene el derecho inherente de otorgar o no la confianza al Gobierno según el acuerdo político y la reforma constitucional", declaró el diputado Idriss al Maghrabi en respuesta al primer ministro en funciones, Abdulhamid Debeibah, que acusó el lunes a la institución de postergar las elecciones con el fin de perpetuarse en el poder.

En un discurso a la nación, el jefe del Gobierno de Unidad Nacional (GNU) --reconocido por Naciones Unidas y basado en Trípoli (oeste)-- insistió el lunes en que no renunciara a su cargo sin pasar por las urnas y presentó su plan para retomar el proceso electoral, que prevé legislativas el próximo junio y posponer las presidenciales tras un referendum constitucional todavía sin fecha.

En una primera fase, explicó el político, su administración creará un comité técnico encargado de redactar la ley electoral, que deberá ser aprobada por el hemiciclo antes del próximo 14 de marzo.

Su proyecto incluye además la actualización del padrón electoral --que ha registrado hasta el momento 2,8 millones de electores-- y la celebración de un referéndum, con la posibilidad de celebrarse de manera telemática por cuestiones de seguridad.

El pasado 10 de febrero, el Consejo de Diputados nombró a Bashagha para sucederle en una nueva etapa de transición, que durará al menos otros 14 meses, y que podría provocar un nuevo cisma en el Ejecutivo, como ya ocurrió en 2014 con el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), sostenido por la ONU en Trípoli (oeste); y otro asentado en la ciudad de Tobruk (este), bajo la tutela del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del país.

Después de que la Comisión Electoral aplazara las presidenciales del 24 de diciembre a sólo 48 horas del escrutinio, el Parlamento considera que su mandato ha expirado tras no lograr su cometido: unificar las instancias nacionales, mantener el alto el fuego y celebrar comicios.

Sin embargo, el Foro de Diálogo Político para Libia (FDPL), un organismo no electo creado "ad hoc" por la ONU e integrado por 75 responsables de todo el país, decidió prolongar sus prerrogativas hasta el próximo junio.

Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyó a la victoria de los distintos grupos rebeldes contra el déspota Muamar al Gadafi, en el poder durante 42 años. EFE

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