Praga, 3 feb (EFE).- La República Checa y Polonia firmaron este jueves un tratado para poner fin al contencioso en torno a una polémica mina de lignito en la frontera entre ambos países, después de que Praga interpusiera una denuncia ante la Justicia europea por los daños ecológicos causados en ese lugar.

El acuerdo, firmado hoy en Praga por el primer ministro checo, Petr Fiala, y su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, fija un pago de 45 millones de euros por los daños causados a varias localidades checas, la construcción de una valla subterránea para prevenir pérdidas de aguas subterráneas y un terraplén contra el ruido.

Además, se prevé un período de "supervisión judicial" de cinco años en los que se implementarán otras medidas ecológicas en la mina de Túrow, situada en el suroeste de Polonia.

Fiala confirmó que, en cuanto Varsovia haga efectiva la compensación, Praga retirará la denuncia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, cuyo abogado general acaba de darle la razón a la República Checa.

Praga considera que Varsovia infringió el derecho comunitario al no presentar dictámenes medioambientales preceptivos cuando se aprobó ampliar la mina, que podía llegar a 300 metros de la población checa más cercana, y prolongar la extracción hasta 2044.

La mina, donde se extrae lignito y áridos, tiene una extensión de 28 kilómetros cuadrados y 225 metros de profundidad, y su explotación supuso la eliminación de cinco localidades del sudoeste de Polonia.

La mina de Túrow es una explotación a cielo abierto y constituye una importante fuente de recursos para una cercana central térmica.

El Gobierno polaco insiste en seguir explotando la mina para satisfacer sus necesidades energéticas. EFE

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