Santander, 2 feb (EFE).- El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), y el del Principado de Asturias, Adrián Barbón (PSOE), han pedido este miércoles a los grupos políticos dejar "los tacticismos electorales" y "respetar" el acuerdo entre empresarios y trabajadores sobre la reforma laboral.

"Me parece una agresión al espíritu de convivencia democrática que algunos partidos echen por tierra una reforma tan cara", ha lamentado Barbón, quien ha acudido a Santander para participar junto al jefe del Ejecutivo cántabro en un acto para reivindicar la colaboración público-privada.

A juicio del presidente asturiano, que haya partidos que, "simplemente por hacer un desgaste al Gobierno, se estén planteando en este momento tumbar lo que es fruto del diálogo entre empresarios y sindicatos, es una enorme irresponsabilidad".

Por ello, ha reclamado a los diputados asturianos en el Congreso que "demuestren que anteponen a Asturias frente a los intereses de partido, y que voten a favor de la reforma".

"Porque a mí sí que me habría preocupado si la reforma no hubiera sido acordada, pero si es una reforma pactada, dialogada y que los trabajadores y empresarios entienden buena, que el Gobierno de España entiende buena, sí o sí hay que votar", ha dicho Barbón, que está "harto de los tacticismos electorales".

Y ha advertido de que esos "tacticismos cada vez cansan más a la gente", que ya tendrá oportunidad de expresar su opinión en las urnas, ha agregado.

"Tengo fama de ser respetuoso con todos los adversarios políticos y lo único que digo es que nos olvidemos de una santa vez de las elecciones y pensemos en la gente. Debemos gobernar y, si hay un acuerdo entre empresarios y sindicatos, hay que respetarlo", ha apostillado.

Por su parte, Revilla ha señalado que lleva "muchos años en política" y nunca había visto "poner en duda" en el Congreso lo que han acordado patronal y sindicatos.

"Pensaba que esto iba a ser un paseo militar, que todo el mundo votara la unión de los que pagan y los que cobran", ha reconocido Revilla.

A su juicio, la falta de acuerdo en el Congreso "demuestra la malísima salud política que tiene este país, de manera que ahora al rival se le considera enemigo y no se le da nada si no es a cambio de pasar la gorra". EFE

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