Madrid, 4 feb (EFE).- Dos vecinos del inmueble de la calle Lasgasca de Madrid en la que varios policías entraron a la fuerza con un ariete el 21 de marzo de 2021 han explicado que el inquilino vivía allí desde hacía semanas y que ese día los jóvenes que había en la vivienda le advirtieron de que necesitaban orden judicial para entrar.

El titular del Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid ha tomado declaración este viernes a dos vecinos del piso en el que seis agentes entraron golpeando la puerta con un ariete, tras recibir quejas de vecinos porque se estaba celebrando una fiesta muy ruidosa de manera ilegal, ya que estaba prohibido por la pandemia.

El magistrado archivó este causa para cinco de los agentes, ya que entiende que solo obedecían órdenes de su jefe, pero mantiene la investigación sobre el subinspector que estaba al mando por un posible delito de allanamiento de morada.

Se trata de la "patada en la puerta" que se hizo viral porque los asistentes a la fiesta grabaron la intervención policial, ante la que una chica decía a los agentes que no podían entrar porque era ilegal sin orden judicial. Los policías denunciaron a los jóvenes y luego el inquilino denunció a los agentes por allanamiento de morada.

Tras tomar declaraciones a los agentes investigados y a otros testigos, el juez ha escuchado este viernes a dos vecinos que, según han explicado fuentes jurídicas, han corroborado que éste vivía en ese piso desde el mes de enero -dos meses antes de la entrada a la fuerza-, ya que le veían hacer la compra o tirar la basura.

Esta versión es contraria a la que defendieron los agentes, que sostuvieron que se trataba de un piso turístico y cuya defensa subrayó que en el contrato de arrendamiento aportado a la causa no está firmado por las partes y no se ha acreditado el pago de mensualidades ni fianza.

Los testigos han relatado que en el inmueble había una agencia de alquiler de pisos y que algunos inquilinos les habían dado problemas, y que esa noche llamaron a la policía por ruidos y los agentes pidieron a los jóvenes del piso que abrieran para identificarse, a lo que se negaron aludiendo que los agentes necesitaban orden judicial para entrar.

Oyeron que los policías les explicaban que los jóvenes se enfrentarían solo a una sanción administrativa, y que tras 90 minutos los agentes les dijeron a estos vecinos que iban por el ariete y que cerrasen la puerta, detallan las fuentes.

Es previsible que el magistrado llame a declarar a más testigos en fechas próximas, incluido el portero de la finca.

El letrado Juan Gonzalo Ospina, que representa al inquilino querellante, ha explico al salir de la declaración que siente "cierto asombro" ante la diligencias que se están practicando, aunque las respeta, ya que está claro que la puerta se derribó.

Ha criticado que el magistrado "haya permitido preguntas de fechas después del incidente que nada tienen que ver con el allanamiento" y ha destacado que está "a la espera de que Audiencia Provincial confirme si hay que proceder al archivo o al procesamiento de uno o de más agentes". EFE

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