Redacción deportes, 3 feb (EFE).- Mientras el mundo observa con detenimiento y temor todo lo que sucede en la frontera de Ucrania, entre la acumulación de tropas y la amenaza de invasión rusa, mientras Estados Unidos anunció el envío de 3.000 militares a Europa del Este, mientras el enfrentamiento armado continúa en la región del Donbas, mientras la tensión crece sin solución entre ambas naciones, surge un balón, la Eurocopa 2022 y unas semifinales entre Ucrania y Rusia en Amsterdam, a la que ambos equipos intentan desligar del pulso bélico.

A más de dos mil kilómetros, en el Ziggo Dome de la ciudad neerlandesa (con capacidad para 10.500 personas en un encuentro de fútbol sala, reducidas por las autoridades de Países Bajos actualmente a 1.250 por la alta incidencia de la covid-19) ya no quedan entradas para la doble sesión de semifinales de este viernes, que se completará con el duelo entre España-Portugal por la otra plaza en la final del domingo en el mismo escenario.

Antes, Ucrania y Rusia protagonizarán un partido que trasciende al deporte (17.00 hora central europea), que va mucho más allá, que no aparenta ser una simple semifinal por todas las connotaciones que desprende la, hoy, irreconciliable situación entre Ucrania y Rusia, dentro de un conflicto que mantiene en vilo a todo el planeta, todavía sin solución.

Pero, en contraposición, es un partido. Al menos para sus protagonistas. Los futbolistas que este viernes van a disputarlo, a un lado o a otro, lo distancian todo lo que pueden de la alta tensión entre ambas naciones desde 2014.

"Hablamos, nos vemos en el hotel, nos saludamos de manera absolutamente civilizada. No hay malentendidos", relató Chishkala, el jugador ruso del Benfica, el mejor goleador de su selección en el torneo, con cinco tantos, en declaraciones a 'TASS', después de la victoria en los cuartos de final por 3-1 contra Georgia, justo cuando la clasificación -y el duelo frente a Ucrania- ya eran un hecho irrebatible.

Es el primer duelo en una gran competición entre ambos equipos de fútbol sala en 15 años. A la Eurocopa de 2007, con una victoria por 4-1 para Rusia, se remonta el último enfrentamiento. Fue entonces en la fase de grupos. Ahora, cada sorteo de la UEFA, tiene un condicionante en la primera ronda: no se pueden enfrentar equipos o las selecciones de Rusia y Ucrania, que coinciden ahora en las semifinales de la Eurocopa 2022 en Países Bajos.

Rusia es la favorita. No sólo lo ha ganado todo en la fase final del actual torneo, con cuatro victorias, 19 goles a favor y nada más tres en contra, sino que también lo ha hecho en toda la campaña en curso, con diez triunfos consecutivos. Una demostración de su ambición, su fuerza y sus pretensiones en esta competición. Sólo la han conquistado una vez, en 1999, aunque es su décima semifinal en doce ediciones del torneo. Rebusca su séptima final sin uno de sus mejores goleadores de la cita, Antoshkin, con cinco tantos y que cumplirá sanción.

Para Ucrania, es su primera semifinal de la Eurocopa desde 2005. Antes fue finalista en 2001 y 2003, cuando Kosenko, su seleccionador actual, era jugador, cuando formaba parte de un equipo que partía casi siempre como la alternativa al dominio de la selección española. Ahora, su objetivo es rememorar aquellos tiempos, incluso ir más allá, al título, tal y como se ha ganado con la forma con la que eliminó a Kazajistán, a la que doblegó por 3-5, aunque no fuera la favorita, aunque su adversario figurara siempre por delante en los pronósticos.

Es una de las dos únicas victorias de la selección ucraniana en sus cuatro encuentros de la Eurocopa 2022. La otra fue contra Serbia, a la que goleó por 1-6. Sus otros dos duelos de la primera ronda los perdió: 3-2 contra Países Bajos y 0-1 frente a Portugal. "Lo daremos todo por nuestra Ucrania", anunció su capitán, Petro Shoturna, tras la victoria ante Kazajistán. EFE

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