Los votantes de Sajonia –fronteriza con Polonia y la República Checa– y Turingia –situada en el centro de Alemania– han participado en lo que muchos consideran las elecciones regionales más significativas de Alemania en 2024. Estas elecciones son vistas como un termómetro crucial del sentimiento público hacia el Gobierno del socialista Olaf Scholz.

Según los sondeos a pie de urna, Alternativa para Alemania (AfD) ha obtenido una victoria rotunda en Turingia y se ha situado en segunda posición en Sajonia. Este resultado histórico marca la primera vez que la AfD se impone en una votación regional, reflejando un ascenso meteórico del partido en el panorama político alemán.

A las 6 de la tarde, ARD reportó que la AfD, posicionada como derecha dura, habría conseguido el 30,5% de los votos en Turingia. En esta región, la CDU se encuentra en segunda posición con 24,6% de apoyo, seguida por la Liga Sahra Wagenknecht (BSW) con 16%, La Izquierda con 12%, y el Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz con solo 12%.

En Sajonia, el porcentaje de la AfD se aproxima al 30%, quedando a 1,5 puntos del 31,5% obtenido por la CDU, que sigue liderando, aunque con una ventaja estrecha.

El ascenso impresionante de la AfD contrasta marcadamente con la paradoja que enfrentan los socialdemócratas, liberales y verdes. A pesar de conformar el Gobierno federal, estos partidos han sido los grandes perdedores en las elecciones.

Höcke, el artífice del cambio

«La gente votó y dijo que quería cambios», ha afirmado Björn Höcke, el controvertido líder de la AfD en Turingia. Höcke ha instado a los partidos tradicionalistas a mostrar humildad y aceptar el resultado. También ha denunciado el cordón sanitario y la estigmatización que sufre la AfD, afirmando que «un tercio de la gente en Turingia votó por nosotros, no se puede considerar a un tercio de los votantes como ultraderecha», sentenció.

Höcke ha conseguido una victoria histórica en Turingia, un estado con más de dos millones de habitantes. Este resultado es notable si se considera que en las elecciones presidenciales de 2021, la AfD sufrió una caída significativa, obteniendo apenas 10% de los votos totales. La remontada de Höcke destaca como la primera victoria de la derecha dura desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

El apoyo a la AfD ha crecido tras el atentado en Solingen, perpetrado por un sirio asilado que asesinó a tres personas. Este evento ha intensificado el rechazo hacia la inmigración, llevando al canciller Olaf Scholz a hacer declaraciones severas contra la inmigración ilegal y anunciar la reanudación de las deportaciones a afganos y sirios. Sin embargo, este giro en la política de inmigración parece no haber sido suficiente para evitar la derrota electoral.

Olaf Scholz en la encrucijada

Estas elecciones son clave para anticipar una posible nueva configuración del Bundestag, el parlamento alemán, actualmente bajo el mando del socialista Olaf Scholz. Scholz ha convocado elecciones generales para el próximo año.

La victoria de la AfD sube al partido de derecha dura con posturas prorusas y antiinmigración a una posición destacada. Además, la AfD ha excluido a varios medios de comunicación de sus eventos electorales en Turingia, reflejando su rechazo hacia la mayoría de los medios de comunicación.

Sajonia y Turingia, con un total de cerca de 6,2 millones de habitantes, representan solo una fracción de los 82 millones en Alemania, pero el impacto de estas elecciones es de gran significación federal. La ascensión de la derecha dura y la crisis de los partidos del Gobierno de Olaf Scholz marcan un nuevo capítulo en la política alemana.