Túnez, 22 dic (EFE).- La central sindical de Túnez, la UGTT, advirtió este miércoles que no está dispuesta a aceptar las medidas de austeridad propuestas por el actual Gobierno, en plena negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un nuevo crédito, y aseguró que "no traicionará a los trabajadores, sea cual sea el precio".

"Si queréis que sea una batalla por el progreso, la prosperidad y la construcción, el sindicato estará en primera línea, pero si queréis que sea una guerra de desgaste, el sindicato está preparado", declaró el secretario general de la UGTT, Noureddine Taboubi, durante un discurso en la ciudad de Hammamet, a 60 kilómetros de la capital.

Taboubi insistió que no consentirá más "elecciones dolorosas" como las medidas presentadas en privado la semana pasada por la primera ministra, Nedjla Bouden, que incluyen la rebaja del 10 % del sueldo de los funcionarios, su congelación salarial durante los próximos cinco años, la privatización de empresas del sector público y la retirada de las subvenciones a los productos de primera necesidad.

"El gobierno ha cerrado la puerta del diálogo y debe asumir su responsabilidad", insistió el responsable, tras revelar una circular del Ejecutivo en la que veta las negociaciones entre ministerios y sindicatos sin su autorización previa y que tendrá, señaló, "repercusiones peligrosas".

A principios de diciembre, Bouden reveló que su equipo presentará próximamente una propuesta al FMI para un nuevo crédito- el cuarto durante la última década y que espera cerrar antes del próximo mes de abril- para hacer frente a una deuda pública que asciende a 30.000 millones de euros, el tripe que en 2010.

Desde que el pasado 25 de julio el presidente de la República, Kais Said, decretase el estado de excepción -que incluyó el cese del primer ministro y la suspensión de la Asamblea-, ha congelado la casi totalidad de la Constitución de 2014 y se ha hecho con plenos poderes para "recuperar la paz social".

Una decisión que ha sido calificada por la mayoría de partidos políticos como "golpe de Estado", mientras otros consideran que se trata de una "rectificación" de la revolución de 2011 que puso fin a las dos décadas del régimen autócrata de Zine El Abidine Ben Ali.

Según la hoja de ruta anunciada por el mandatario, Túnez llevará a cabo el próximo 25 de julio un referéndum sobre las reformas constitucionales propuestas por los ciudadanos con el fin de "recuperar su soberanía" y celebrará elecciones legislativas anticipadas el 17 de diciembre de 2022. EFE

nrm/si