La historia reciente de Ramales de la Victoria está indisolublemente ligada a la Batalla de Ramales de 1839, un evento crucial en la historia de España que marcó un hito en la lucha entre los liberales y los carlistas. Esta batalla, que se libró en el contexto de las Guerras Carlistas, tuvo un impacto significativo no solo en el destino de la región, sino también en el nombre del municipio.

El general Espartero, quien lideró las fuerzas liberales hacia la victoria, recibió el título de Duque de la Victoria en reconocimiento a su papel en la batalla. En honor a esta victoria decisiva, Ramales adoptó el nombre de “de la Victoria”, simbolizando tanto el triunfo militar como la esperanza y el renacimiento del municipio. Este nombre no solo es un recordatorio del pasado histórico, sino también una parte integral de la identidad de la localidad.

La Verbena del Mantón

El impacto de la batalla no se limita a la historia escrita en los libros; también ha dejado su huella en las tradiciones vivas del municipio. Entre las anécdotas más pintorescas de esa época se encuentra la aparición de un baúl lleno de mantones de Manila en medio de la confusión de la batalla. Este hallazgo, que pudo parecer trivial en su momento, ha dado lugar a una tradición festiva que es ahora una de las principales celebraciones de Ramales.

La Verbena del Mantón, celebrada cada primer sábado de julio, es una de las festividades más esperadas del año. Esta fiesta, que rinde homenaje al estilo exótico del Madrid castizo, transforma las calles de Ramales en un escenario vibrante lleno de color, música y danza. La verbena no solo celebra la historia local, sino que también sirve como un punto de encuentro para residentes y visitantes, creando un ambiente festivo que refuerza el sentido de comunidad.

Fiesta de los Adioses y El Milagruco

Además de la Verbena del Mantón, Ramales de la Victoria cuenta con otras festividades significativas que reflejan la rica vida cultural del municipio. La Fiesta de los Adioses, celebrada el 1 de septiembre, es una ocasión especial que marca el final del verano y da la bienvenida al otoño. Esta festividad es una oportunidad para que los residentes se reúnan y celebren el espíritu de la comunidad, marcando el final de la temporada estival con una serie de eventos que incluyen música, danza y actividades tradicionales.

El Milagruco, celebrado el 4 de septiembre, es otra fiesta importante en el calendario de Ramales. Esta celebración tiene sus raíces en las tradiciones religiosas y populares del municipio y se caracteriza por una serie de eventos y actividades que destacan la cultura local y la devoción de la comunidad. Ambas festividades contribuyen al vibrante mosaico de celebraciones que hacen de Ramales un lugar especial durante todo el año.

Un viaje en el tiempo

Ramales de la Victoria no solo es rica en historia y tradiciones, sino que también cuenta con un patrimonio arquitectónico impresionante que refleja su pasado y su evolución a lo largo de los siglos. La arquitectura popular de Ramales está magníficamente conservada, con una mezcla de miradores acristalados, casonas de indianos y otros edificios históricos que adornan el paisaje urbano.

Uno de los edificios más destacados es el Palacio de Revillagigedo, una joya arquitectónica del siglo XVIII. Este elegante palacio es un ejemplo sobresaliente del estilo arquitectónico de la época y sigue siendo un símbolo importante del patrimonio histórico de Ramales. Sus detalles ornamentales y su diseño clásico hacen de este edificio un lugar de interés tanto para los residentes como para los visitantes.

Además de la arquitectura histórica, Ramales cuenta con una serie de casonas de indianos que reflejan la influencia de la emigración y el regreso de los indianos que hicieron fortuna en las Américas. Estas casas, con sus bellos jardines y verjas elaboradas, son testimonio del éxito y la riqueza de aquellos que contribuyeron al desarrollo del municipio.

Las cuevas prehistóricas

El verdadero tesoro de Ramales de la Victoria, sin embargo, se encuentra en su entorno natural. A principios del siglo XX, el Alcalde del Río descubrió un conjunto de cuevas que han revelado un legado prehistórico invaluable para la humanidad. Las cuevas de Covalanas, El Haza, Cullalvera y Sotarriza albergan algunas de las más impresionantes pinturas rupestres que se conocen en la región.

Estas cuevas no solo son un testimonio de la vida y las creencias de los primeros habitantes de la zona, sino que también representan un importante recurso para la investigación arqueológica y la comprensión de la prehistoria. Las pinturas rupestres que adornan las paredes de estas cuevas proporcionan una ventana única al pasado y permiten a los visitantes experimentar de primera mano la creatividad y la habilidad de los artistas prehistóricos.

Gastronomía local

La gastronomía de Ramales de la Victoria es otra parte integral de su identidad cultural. Los platos tradicionales de la región reflejan la riqueza de sus ingredientes locales y la herencia culinaria de la zona. Entre las especialidades gastronómicas más destacadas se encuentran el queso de nata, conocido por su textura cremosa y su sabor delicado. Este queso es una delicia para el paladar y un elemento esencial en la cocina local.

Las truchas y el salmón son otros productos estrella de la gastronomía de Ramales. Preparados con técnicas tradicionales, estos pescados frescos son un verdadero festín para los amantes de la buena comida. La cocina local de Ramales destaca por su enfoque en la calidad y la frescura de los ingredientes, ofreciendo platos que no solo son deliciosos, sino también representativos de la rica tradición culinaria de la región.