El Bathco BM Torrelavega protagonizó una actuación de ensueño en el Wunderino Arena, donde puso contra las cuerdas al todopoderoso THW Kiel, un gigante del balonmano europeo. Pese a que el marcador final reflejó una diferencia de cinco goles (32-27), el equipo cántabro demostró un nivel competitivo sorprendente, llegando a reducir una desventaja considerable a tan solo dos tantos en los últimos compases del partido. La valentía y el descaro de los torrelaveguenses mantuvieron en vilo a la afición local hasta los últimos minutos.

Un inicio lleno de intensidad y respuestas rápidas

El partido comenzó con una imprecisión de Guilherme Linhares que permitió a Domagoj Duvnjak anotar el primer tanto para los alemanes. Jokin Aja respondió con velocidad, pero los árbitros señalaron un penalti previo que Javi Muñoz no pudo convertir, siendo detenido por Tomas Mrkva. Por su parte, el THW Kiel no desaprovechó la oportunidad y logró un rápido 2-0.

La intensidad no tardó en aparecer, y el Bathco BM Torrelavega, liderado por un activo Ángel Fernández, estrenó su marcador en Europa, aprovechando una exclusión temprana del equipo local. Con el marcador 3-2 al minuto cinco, el equipo cántabro se mantuvo firme en defensa, pero una falta en ataque frustró el intento de igualar, dando paso a un ataque efectivo de Madsen, que amplió la ventaja a +3.

Resistencia cántabra y momentos clave

A pesar de la presión alemana, el Bathco BM Torrelavega se mantuvo en la lucha. Jurkovic, con su determinación, forzó un penalti que Ángel Fernández transformó con eficacia. Sin embargo, el ataque del THW Kiel, liderado por Emil Madsen, continuó castigando a los cántabros. Cada intento de recortar distancias era respondido por los alemanes, quienes llegaron al descanso con un 18-14 a su favor.

El segundo tiempo comenzó con un destello de esperanza para los cántabros. Marcio Silva redujo la diferencia a tres goles, pero la falta de frescura en los ataques y las pérdidas de balón facilitaron la tarea del equipo alemán, que rápidamente restableció una cómoda ventaja de +6.

Un parcial de ensueño y una remontada que rozó la épica

Cuando el partido parecía sentenciado, el Bathco BM Torrelavega mostró una valentía sin precedentes. Un parcial de 0-5 encendido por las paradas espectaculares de Leo Tercariol y la insistencia de Linhares y Ángel Fernández, hizo soñar a la afición cántabra. Con el marcador en 30-27 y el Kiel cometiendo errores inesperados, el equipo cántabro rozó lo imposible.

La presión sobre los alemanes se hizo palpable. Kutz perdió un balón inexplicable, lo que permitió a Nicolai Colunga anotar y llevar a los suyos a solo dos goles. En ese momento, el Wunderino Arena contuvo el aliento, consciente de que la gesta estaba a punto de materializarse.

El desenlace y el sabor amargo del esfuerzo

Sin embargo, el Bathco BM Torrelavega no pudo prolongar su racha. Una pérdida crucial de Isi Martínez, sumada a la exclusión de Colunga, terminó por decantar el partido a favor del THW Kiel. Con un marcador final de 32-27, el equipo alemán selló su victoria, pero no sin haber sufrido el empuje de un Bathco BM Torrelavega que se ganó el respeto y la admiración en una de las canchas más complicadas de Europa.

A pesar de la derrota, los cántabros demostraron que están listos para competir al máximo nivel europeo, y este partido quedará grabado como una muestra de su coraje y capacidad de soñar. El sábado, el equipo volverá a la Liga Plenitude para enfrentarse al BM Huesca, con la moral alta tras haber rozado una de las mayores sorpresas del balonmano europeo.

Un equipo que se atreve a soñar

El Bathco BM Torrelavega está construyendo su historia a base de esfuerzo, valentía y, sobre todo, una mentalidad de no rendirse nunca. Esta actuación en Kiel es una muestra de que, aunque el camino en Europa será duro, los cántabros no dejarán de desafiar a la lógica y buscar su lugar entre los grandes.