La región, consciente de los desafíos globales del cambio climático y la necesidad imperante de transitar hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, ha dado un paso firme hacia un futuro más verde y sostenible: la tramitación de cinco parques eólicos de gran envergadura.

Estos proyectos, concebidos como parte integral de una estrategia regional más amplia hacia la neutralidad climática, prometen no solo impulsar la generación de energía limpia, sino también catalizar el desarrollo económico y social de la región. Con una inversión estimada en 176 millones de euros, estos parques eólicos representan una oportunidad sin precedentes para Cantabria de redefinir su matriz energética y posicionarse como un referente en la transición hacia una economía baja en carbono.

Detalles del proyecto

La presentación oficial de estos ambiciosos planes tuvo lugar durante la reunión anual de la Comisión Autonómica, presidida por los consejeros de Fomento e Industria, Roberto Media, y Eduardo Arasti. En este encuentro, que congregó a representantes del gobierno regional, empresas del sector energético, sindicatos y organizaciones medioambientales, se delinearon los detalles de estos proyectos, así como su impacto potencial en la región.

Los cinco parques eólicos que se encuentran en tramitación en la actualidad en Cantabria supondrán, de salir finalmente adelante, la implantación de 66 aerogeneradores, con una potencia de 146 megavatios y una inversión de 176 millones de euros. En total, se estima que estos cinco parques eólicos albergarán un total de 66 aerogeneradores, con una capacidad conjunta de 146 megavatios (MW). Esta capacidad no solo permitirá cubrir una parte significativa de la demanda energética de Cantabria, sino que también abrirá nuevas oportunidades de exportación de energía limpia a otras regiones. La implementación de estos parques eólicos no solo tendrá repercusiones a nivel energético, sino que también se espera que genere un impacto positivo en la economía regional. Durante la fase de construcción, se estima que se crearán cientos de empleos directos e indirectos, abarcando una amplia gama de sectores, desde la construcción hasta la logística y los servicios auxiliares.

Generación de empleo

Además, una vez operativos, estos parques eólicos generarán empleo estable en labores de mantenimiento y operación, así como en sectores relacionados, como la ingeniería y la consultoría especializada en energías renovables. Este impulso económico adicional contribuirá a dinamizar la actividad empresarial en la región y a fortalecer la competitividad de Cantabria en el ámbito de la energía renovable. Arasti ha resaltado la creación de puestos de trabajo vinculados a estos parques, tanto durante la construcción como en la posterior puesta en marcha.

Los dos consejeros cántabros han destacado «la apuesta clara» del Gobierno autonómico por la energía eólica «para lograr el autoabastecimiento de la región», pero también por los proyectos que fomenten el almacenamiento de hidrógeno y por una economía circular que debe contar con una planificación global que incluya la bioeconomía y la evolución hacia un territorio descarbonizado y la industria 4.0. Media también se ha mostrado partidario de la colaboración público-privada y ha destacado el trabajo del Ejecutivo en mejoras de simplificación administrativa, rebaja de impuestos e inversiones, «siempre al lado de estas empresas». Y Arasti ha subrayado la importancia de Cementos Alfa para Cantabria, una industria que contribuye «significativamente» al PIB regional, que genera empleos directos e indirectos, fomenta la innovación y es pionera en el desarrollo de nuevas tecnologías para reducir las emisiones de CO2 y el consumo de energía y en la gestión de residuos.

Al hilo, ha resaltado la importancia de garantizar la competitividad de esta empresa en el mercado global, ya que la factoría de Mataporquera se ha convertido en «referente» en economía circular con unos «altísimos niveles de sustitución de combustibles fósiles por residuos». Ha indicado que el 70% de la energía que consume proviene de residuos frente al 40% de media nacional y ha subrayado que también está apostando por el uso de la energía eólica, con un acuerdo firmado con la empresa Capital Energy para el suministro de energía 100% limpia a través de un contrato a largo plazo y a precio estable. Sin embargo, más allá de los beneficios económicos, estos parques eólicos representan un compromiso firme con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Cantabria, al igual que el resto del mundo, se enfrenta a la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los impactos del cambio climático.

En este sentido, la apuesta por la energía eólica se presenta como una solución viable y efectiva para reducir la dependencia de combustibles fósiles y promover un modelo energético más limpio y sostenible. La abundancia de recursos eólicos en la región, combinada con los avances tecnológicos en el sector, hacen de la energía eólica una opción atractiva y rentable para Cantabria. Además, estos parques eólicos contribuirán a diversificar la matriz energética regional, reduciendo la vulnerabilidad ante fluctuaciones en los precios de los combustibles fósiles y fortaleciendo la seguridad energética a largo plazo.

Esta diversificación también abrirá nuevas oportunidades de inversión y colaboración en el sector energético, tanto a nivel nacional como internacional. Desde el punto de vista medioambiental, la energía eólica es una alternativa limpia y renovable que no produce emisiones de gases de efecto invernadero ni contaminantes atmosféricos. Al aprovechar el viento como fuente de energía, se evitan las emisiones de dióxido de carbono (CO2) asociadas a la quema de combustibles fósiles, contribuyendo así a la reducción de la huella de carbono de Cantabria.

Los compromisos de la región

En este sentido, la apuesta por la energía eólica se alinea perfectamente con los compromisos internacionales asumidos por Cantabria en materia de cambio climático y desarrollo sostenible. Como signatario del Acuerdo de París y otros tratados ambientales, la región se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y promover el uso de energías renovables como parte de una estrategia integral para mitigar los impactos del cambio climático. Además de la generación de energía limpia, estos parques eólicos también ofrecen beneficios adicionales para la región, como la creación de áreas de conservación y hábitats para la fauna y la flora locales. Muchos parques eólicos están diseñados para minimizar su impacto ambiental y preservar los ecosistemas circundantes, mediante la implementación de medidas de mitigación y restauración ambiental.

En este sentido, Cantabria se posiciona como un actor clave en la transición hacia una economía baja en carbono y un futuro más sostenible para las generaciones venideras. La apuesta por la energía eólica refleja el compromiso del gobierno regional y la sociedad civil con la protección del medio ambiente y la búsqueda de soluciones innovadoras para los desafíos del siglo XXI. La tramitación de estos cinco parques eólicos representa solo el primer paso en un camino hacia un futuro más verde y sostenible para Cantabria.

Sin embargo, este paso es crucial para sentar las bases de una transición energética exitosa y consolidar el liderazgo de la región en el ámbito de las energías renovables. En los próximos meses, se espera que avancen los trámites administrativos y ambientales necesarios para la puesta en marcha de estos proyectos, así como la firma de acuerdos y alianzas estratégicas con empresas del sector energético. Con el apoyo y la colaboración de todos los actores involucrados, Cantabria podrá hacer realidad su visión de un futuro más sostenible y próspero para todos sus habitantes.