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El Diario de Cantabria

CATALUÑA

El vergonzoso operativo policial que "por un semáforo" no capturaron a Puigdemont

El fallido operativo para detener a Carles Puigdemont deja en evidencia la ineficacia de los Mossos d'Esquadra. Errores de cálculo y falta de previsión permitieron la huida del expresidente, generando una ola de indignación en Cataluña. 

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El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, comparece ante la prensa para explicar el dispositivo policial en torno al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la Conselleria de Interior, a 9 de agosto de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). El conseller de Interior en funciones ha afirmado durante la rueda de prensa que los Mossos d'Esquadra no esperaban "un comportamiento tan impropio", en referencia a la huida del expresidente Carles Puigdemont, y ha acusado a Junts de usar a los ciudadanos como extras de un engaño. Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer, 8 de agosto, a dos agentes del cuerpo por presuntamente ayudar al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a salir tras pronunciar su discurso por la mañana.
09 AGOSTO 2024;PRENSA;PUIGDEMONT;HUIDA;MOSSOS
Lorena Sopêna / Europa Press
09/8/2024
El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, comparece ante la prensa para explicar el dispositivo policial en torno al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la Conselleria de Interior, a 9 de agosto de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). Lorena Sopêna / Europa Press
El vergonzoso operativo policial que "por un semáforo" no capturaron a Puigdemont

La incapacidad del cuerpo policial catalán para detener al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha dejado en evidencia una serie de errores de cálculo y despropósitos operativos que permiten cuestionar la eficacia de los Mossos d'Esquadra. Este último episodio no solo destaca la falta de preparación en la gestión de la situación, sino que también subraya la sorprendente falta de previsión en un caso que involucra al hombre más buscado por la justicia española.

El fracaso de la operación ha provocado una ola de indignación y desconcierto. Las declaraciones del Comisario Jefe de los Mossos, Eduard Sallent, y del Consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, tratando de justificar lo ocurrido, no han hecho sino aumentar la sensación de improvisación y negligencia. "La huida no estaba encima de la mesa como un escenario factible", aseguró Sallent, en un intento por explicar lo inexplicable.

Despropósitos en cadena: El operativo fallido

La lista de errores cometidos durante el operativo es extensa y alarmante. Puigdemont, que había estado en Barcelona desde el martes previo, se movió con total libertad y tranquilidad por la ciudad durante 48 horas, sin que ni la Guardia Urbana ni los Mossos detectaran su presencia. ¿Cómo es posible que una figura tan reconocible, y acompañada de cargos del partido Junts, pudiera permanecer invisible a los ojos de las autoridades?

El jueves, día en que se esperaba la investidura de Salvador Illa, se diseñó un operativo que, según Sallent, tenía tres objetivos: evitar altercados, asegurar la normalidad en la investidura y detener a Puigdemont. Sin embargo, este último objetivo no solo no se cumplió, sino que se convirtió en un auténtico ridículo. Mientras Puigdemont y su séquito caminaban tranquilamente por la calle Trafalgar, los drones y el helicóptero destinados a vigilar la zona fallaron estrepitosamente en su misión.

Excusas y más excusas: Un operativo que no preveía lo imprevisible

El Comisario Jefe de los Mossos ha intentado justificar la inacción de sus hombres al afirmar que detener a Puigdemont al bajar del escenario del Arco del Triunfo podría haber provocado altercados. Pero lo cierto es que la zona estaba vallada y se disponía de un espacio suficiente para realizar la detención sin mayores problemas. En cambio, Puigdemont, junto a su abogado Gonzalo Boye y otros acompañantes, se mezclaron tranquilamente entre el público y lograron escapar en un coche que, según los Mossos, fue perseguido pero se perdió debido a un semáforo en rojo. Una excusa pueril para un operativo de esta magnitud.

Una huida inexplicable: Dos horas hasta la frontera

Tras la fuga, se activó la denominada 'Operación Jaula', pero Puigdemont ya llevaba una ventaja considerable. Según los informes, tardó casi dos horas en llegar a la frontera con Francia, un tiempo más que suficiente para que las autoridades catalanas pudieran interceptarlo. Sin embargo, no solo no se logró detenerlo, sino que ni siquiera se sabe con certeza por dónde cruzó la frontera.

Este último capítulo en la saga de Puigdemont es una muestra clara de la ineficacia de los Mossos d'Esquadra para manejar situaciones de alta complejidad. Las justificaciones ofrecidas por los responsables del operativo no convencen, y la sensación general es que el cuerpo policial catalán necesita una profunda revisión de sus protocolos y capacidades.

El gran escapista: Puigdemont y su continua burla a la justicia

Este episodio no solo pone en tela de juicio la capacidad operativa de los Mossos, sino que también deja en claro que Carles Puigdemont sigue siendo un maestro en el arte de la evasión. Su continua burla a la justicia española es un golpe duro para el Estado de Derecho y un recordatorio de que, mientras no se tomen medidas más firmes, el expresidente seguirá siendo una espina clavada en el corazón de España.

Metadescripción: El fallido operativo para detener a Carles Puigdemont deja en evidencia la ineficacia de los Mossos d'Esquadra. Errores de cálculo y falta de previsión permitieron la huida del expresidente, generando una ola de indignación en Cataluña.

El vergonzoso operativo policial que "por un semáforo" no capturaron a Puigdemont
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