Julian Alaphilippe ha resurgido en el Giro de Italia con una exhibición que quedará grabada en la historia del ciclismo. Después de tres temporadas sin ganar una etapa en una Gran Vuelta, el ciclista francés del equipo Soudal ha vuelto a lo más alto del podio tras protagonizar una fuga épica de casi 140 kilómetros. Esta impresionante victoria llega en su último año de contrato, demostrando su determinación y habilidades como ciclista de élite.

La jornada en el Giro prometía ser intensa desde el principio, con más de 2000 metros de desnivel positivo y ascensos cortos pero intensos. Desde el inicio, la carrera se convirtió en una batalla campal con una fuga que incluía a los mejores corredores dispuestos a rascar algo en esta etapa de alta velocidad.

La selección de la fuga contó con la participación de nombres destacados como Jhonatan Narváez, Julian Alaphilippe, Mauri Vansevenant y Laurence Pithie, entre otros. Esta escapada, que llegó a formar con 38 ciclistas, incluyó también a varios corredores españoles, como Juanpe López, Rubén Fernández y el talentoso Pelayo Sánchez.

Alaphilippe no esperó mucho para atacar y lanzó su ofensiva en la primera colina de la etapa, llevándose consigo a Mirco Maestri. Esta pareja dinámica trabajó duro para mantener su ventaja sobre el grupo de fugados, abriendo un hueco de hasta 2:30 minutos. La colaboración entre Alaphilippe y Maestri fue notable, con ambos ciclistas dándolo todo en un esfuerzo por mantener su posición en la fuga.

Mientras tanto, el equipo UAE Team Emirates, liderado por Tadej Pogacar, se mantuvo en el pelotón principal controlando la situación y evitando que otros equipos pudieran sacar ventaja. Sin embargo, Jonathan Narváez mostró su ambición al intentar alcanzar a Alaphilippe en solitario, formando un grupo perseguidor con otros corredores destacados.

En las duras rampas del último repecho, Alaphilippe decidió jugársela y lanzó un ataque decisivo que le permitió distanciarse de sus perseguidores y cruzar la línea de meta en solitario. A pesar de los intentos de Narváez y Hermans por alcanzarlo, el francés demostró una vez más su calidad y determinación como ciclista.

Esta victoria representa un renacimiento para Julian Alaphilippe, quien ha superado lesiones, caídas y polémicas para volver a la cima del ciclismo mundial. Con esta exhibición para la historia, Alaphilippe demuestra por qué es considerado uno de los grandes campeones de este deporte.