A las 10 de la mañana de hoy, día 1 de julio, las puertas del principal centro comercial de Santander abría sus puertas para dar entrada a los primeros clientes de las rebajas. Atrás quedaron las aglomeraciones y las carreras de otros años para ser los primeros en ‘capturar’ la ‘ganga de las gangas’. La crisis general y las maltrechas economías familiares han convertido un día de compras estresante en un día más bullicioso de lo normal pero sin los ‘peligros’ que implicaba ir a las rebajas el primer día.

Varios comerciantes aseguran que es muy pronto para saber si la falta de poder adquisitivo afectará o no en el volumen de ventas final durante esta temporada, algo que se sabrá cuando finalicen, pero consideraban que la afluencia de público durante las primeras horas del primer día estaba siendo muy parecida a la de años anteriores. De hecho, esperaban que, como cada año, durante la tarde la gente se animase a realizar sus primeras compras de estas rebajas, algo que se cumplió.

El motivo no es otro que durante el verano la gente por la mañana trabaja y suele tener la tarde libre; además, la falta de sol, que vació las playas durante la jornada de hoy, empujó a muchos a acercarse hasta los diferentes centros comerciales y establecimientos para comprar esa prenda o producto que necesitaban, o para echarle un ojo a los precios y ver que les podía interesar.

Dichos comerciantes apuntaban que el cliente normalmente llega sabiendo lo que quiere, suele ser cliente habitual y conoce los precios originales, incluso donde está ubicada la prenda o el producto que le interesa. Además, la gente pide, casi exige a los comercios, promociones y ofertas más significativas durante la temporada de rebajas.

«Está todo a mitad de precio». Yolanda ha venido con su marido y han sido de los primeros en entrar cuando se abrieron las puertas, considera que la crisis se nota, «hoy para ser el primer el día debería haber mucha más gente de la que hay». Ella no es de los que se deja llevar por impulsos y reconoce que «ya sabía lo que quería, he venido a tiro fijo, necesitaba urgentemente comprar una serie de artículos y he venido a comprarlos pero no he comprado más» Considera que este año las rebajas están muy bien, y reconoce que volverá más adelante a ver si encuentra algo que le interese.

«Suelo venir la segunda semana». Es la primera vez que Elena viene el primer día a las rebajas, «suelo venir la segunda semana cuando se suavizan un poco las aglomeraciones, hoy he venido porque mi hijo necesitaba una serie de cosas». Este año ha hecho una excepción en la fecha pero seguirá comprando como otros años, «todos los años tengo una selección de artículos que necesito y vengo a comprarlos en rebajas». Reconoce no haber notado la crisis, «aún», en estas rebajas y por lo que ve, «los probadores están llenos», la gente parece que tampoco, «hay mucha gente».

«Entro a ver si encuentro algo». Es la primera vez que Elena viene el primer día a las rebajas, «suelo venir la segunda semana cuando se suavizan un poco las aglomeraciones, hoy he venido porque mi hijo necesitaba una serie de cosas». Este año ha hecho una excepción en la fecha pero seguirá comprando como otros años, «todos los años tengo una selección de artículos que necesito y vengo a comprarlos en rebajas». Reconoce no haber notado la crisis, «aún», en estas rebajas y por lo que ve, «los probadores están llenos», la gente parece que tampoco, «hay mucha gente».

«Miras lo más barato». Manuela sola entra a ver, «no tengo ni idea de lo que voy a ver pero entro a ver si encuentro algo que me guste por que lo de temporada ya me lo había comprado, pero si veo algo que me interese lo pillo o igual no». No pudo esperar a las rebajas para comprar lo necesario para la temporada de verano pero reconoce que «la crisis se nota, claro que se nota, la crisis se nota bastante, en muchas cosas». Deja al azar las compras para estas rebajas de las que todavía no ha tenido tiempo de ver si hay la misma gente que otros años.

Lo que si que tienen claro los comerciantes es que debido a la crisis existe cierta expectativa ante los precios por parte de los clientes. Además, durante todas las rebajas, al igual que otros muchos comercios, la bajada del IVA no será efectiva hasta que estas no terminen, lo que implicará que sea el propio comerciante, o la gran superficie, los que carguen con esa subida de dos puntos en la declaración del impuesto sobre el valor añadido del producto

Los comerciantes han exprimido la imaginación y sus ganancias para ofrecer al cliente unas ofertas que impulsen el consumo. Es por ello que desde el sector son optimistas y esperan que esta sea una buena temporada de rebajas porque ha empezado con descuentos que en algunos casos han llegado hasta el 70% de descuento.

Las diferentes asociaciones de consumidores recomiendan que valoremos por encima de todo si necesitamos los productos que se venden en rebajas y que tengamos en cuenta los precios actuales más que el porcentaje de descuento que se aplique.

¿CUÁNDO EMPIEZAN LAS SEGUNDAS REBAJAS DE VERANO 2023?

Las asociaciones de consumidores aconsejan prudencia en las compras

Las diferentes asociaciones de consumidores advierten que el principal fraude en las rebajas consiste en falsear los precios originales de los productos, hinchándolos, para hacer creer que los descuentos aplicados son mayores que los reales. Esta práctica, que llevan a cabo algunos establecimientos, puede llegar al extremo incluso de anunciar como rebajados productos que no lo están ya que mantienen el precio que tenían con anterioridad a la temporada de rebajas, aunque su etiquetado se manipula indicando que era otro superior.

Consejos. Para que no nos den ‘gato por liebre’, hay una serie de consejos que no está de más seguir para que las rebajas sean lo que son: una buena oportunidad para hacer nuestras compras más baratas. 

Lo primero de todo es pensar de antemano lo que se necesita, y hacer una lista es una buena manera de evitar compras impulsivas.

Debemos saber que las normas establecen que los productos deben haber formado parte de la oferta habitual del establecimiento durante, al menos, un mes y su calidad no puede diferenciarse en nada de la que tenían antes de estar rebajados; y deben, además, mostrar su precio original junto al rebajado, o bien indicar de forma clara el porcentaje de la rebaja.

En algunos establecimientos se establecen unas condiciones especiales para las compras en periodo de rebajas (sobre la aceptación del pago con tarjeta, las devoluciones, etc.). Pueden hacerlo, pero debe indicarse expresamente por parte del comercio. En caso de duda, no debemos titubear en preguntarle al responsable del establecimiento.

Es muy importante que conservemos el tique de las compras, pues será imprescindible para cualquier posible reclamación, cambio, etc; ya que el servicio post-venta y la aplicación de la garantía son iguales, independientemente de que compremos el producto durante las rebajas o no.

Si tenemos algún problema, debemos actuar igual que en cualquier otro momento. En el periodo de rebajas se recortan los precios, pero nunca los derechos que tenemos como consumidores. Por tanto, si no conseguimos una solución amistosa, pidamos la hoja de reclamaciones (debe tenerlas cualquier establecimiento) y plasmemos en ella nuestra queja. Al hacer valer nuestros derechos nos beneficiamos todos, pues hacemos que los comercios se esfuercen por mejorar la atención al cliente.