El Partido Popular, encabezado por su dirección en Génova, ha decidido movilizar a sus bases en España en apoyo de lo que definen como "la verdad" en Venezuela. La PUD, la mayor alianza opositora venezolana, ha convocado manifestaciones en 31 ciudades españolas para denunciar el régimen de Nicolás Maduro y lo que consideran un proceso electoral viciado. La reacción del PP no se ha hecho esperar, y desde la cúpula del partido se ha criticado abiertamente al Gobierno de Pedro Sánchez por mantener, según ellos, un silencio cómplice frente a la crisis en Venezuela.

El fraude electoral en Venezuela ha resonado con fuerza en el seno del Partido Popular. Desde la dirección del partido, se acusa al Gobierno español de ignorar deliberadamente las irregularidades denunciadas por la oposición venezolana y de alinear su postura con la de José Luis Rodríguez Zapatero, exmandatario español, cuya intervención como observador en el proceso electoral venezolano ha generado una gran controversia.

María Corina Machado, figura clave de la oposición venezolana, ha hecho un llamamiento a nivel internacional, organizando manifestaciones bajo el lema "Protesta Mundial por la Verdad de Venezuela" en más de 100 ciudades. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, se ha mostrado especialmente vocal en su apoyo a estas movilizaciones. Durante la celebración del Día de la Virgen de la Paloma, Ayuso instó a la ciudadanía a asistir a la concentración en la Puerta del Sol, programada para las 20.00 horas, y aprovechó para arremeter contra Zapatero.

La dirigente madrileña no escatimó en críticas hacia el expresidente, al que acusa de influir en la izquierda española con intereses que, según sus palabras, "son cada vez más conocidos". Ayuso fue tajante al afirmar que España tiene un deber ineludible con la libertad y la democracia en Venezuela. "Si no lo hace España, ¿quién lo va a hacer?", proclamó con vehemencia, confirmando su participación en la manifestación.

La manifestación en la Puerta del Sol se ha convertido en un símbolo de solidaridad con el pueblo venezolano y un grito contra el régimen de Maduro. Ayuso, en su habitual tono enérgico, dejó claro que la situación en Venezuela no es un asunto distante, sino que "nos compete a todos". Este mensaje resuena con fuerza entre los sectores que ven en la situación venezolana un espejo de las luchas por la democracia y los derechos humanos a nivel global.

Mientras tanto, Pedro Sánchez y su Gobierno mantienen una postura cauta, que ha sido interpretada por la oposición como una falta de compromiso con la crisis venezolana. Este silencio ha dado lugar a una creciente crítica por parte de los partidos de la oposición, que ven en la situación una oportunidad para exponer las debilidades del Gobierno en política exterior.

El papel de Zapatero sigue siendo un punto de controversia. Para el Partido Popular, la implicación del expresidente en el proceso electoral venezolano es un reflejo de una agenda política que, según ellos, no representa los valores de libertad y democracia que España debería defender en el mundo. Ayuso no dudó en señalar que la izquierda española está, en gran medida, influenciada por Zapatero, sugiriendo que sus intereses están alineados con los de un régimen autoritario.

La Protesta Mundial por la Verdad de Venezuela promete ser un evento de gran repercusión en España, donde la comunidad venezolana tiene una presencia significativa. Las manifestaciones se han convertido en una plataforma para que tanto los exiliados venezolanos como los ciudadanos españoles muestren su rechazo al régimen de Maduro y su apoyo a la democracia en Venezuela.

En este contexto, la participación del Partido Popular en las movilizaciones no solo refuerza su compromiso con la causa venezolana, sino que también se enmarca en su estrategia de confrontación política con el Gobierno de Sánchez. Ayuso, una de las figuras más destacadas del partido, ha asumido un rol protagónico en este esfuerzo, posicionándose como una defensora de los valores democráticos frente a lo que considera un gobierno complaciente con las dictaduras.

Con la convocatoria de la manifestación en Madrid y en otras ciudades, el Partido Popular busca amplificar la voz de la oposición venezolana y desafiar la narrativa del Gobierno de Sánchez. Para Ayuso y sus aliados, esta es una cuestión de principios que trasciende las fronteras nacionales y que exige una respuesta clara y contundente por parte de España.

La manifestación en la Puerta del Sol se perfila como un punto de inflexión en la política exterior española respecto a Venezuela. Con Ayuso al frente, el Partido Popular está decidido a no dejar que el silencio de Sánchez pase desapercibido, y a llevar la crisis venezolana al centro del debate político en España.

María Corina Machado, en su llamada a la comunidad internacional, ha encontrado en Ayuso y en el Partido Popular unos aliados decididos a defender la causa de la libertad en Venezuela. La jornada del 20 de agosto, con la manifestación en la Puerta del Sol, será una prueba de fuego para medir la capacidad de movilización de la oposición venezolana en el exilio y el apoyo de los partidos españoles a su causa.

Mientras tanto, las críticas al Gobierno de Sánchez seguirán creciendo, con Zapatero en el centro de la polémica. Para el Partido Popular, este es un momento crucial para demostrar que España sigue comprometida con la defensa de la democracia y que no tolerará el autoritarismo en ninguna parte del mundo.