El Tribunal Supremo ha rechazado aplicar la ley de amnistía a cuatro condenados y tres acusados de malversación por el 'procés', entre ellos Carles Puigdemont, lo que ha generado una notable indignación en el Gobierno. La reacción ha sido dispar: mientras el PSOE intenta mantener las formas, Sumar no ha dudado en criticar abiertamente a los jueces.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, comparecieron la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Alegría expresó el "máximo respeto" del Gobierno a las decisiones judiciales y subrayó que "el texto de la ley es muy claro y meridiano y la voluntad del legislador también". Insistió en que "los jueces deben aplicar la ley", reafirmando que para el Gobierno no existe otra interpretación que incluir la malversación y la desobediencia en los supuestos amnistiables.

Por otro lado, Díaz no escatimó en críticas hacia los jueces, acusándolos de realizar acciones inusuales y tomar posiciones sobre una ley antes de que existiera. Se refirió a cómo el CGPJ emitía informes para los que no tenía competencias y a presidentes de audiencias provinciales manifestándose en contra de una ley sin conocer su contenido. También criticó al nuevo magistrado del Constitucional, José María Macías, propuesto por el PP.

Tras las declaraciones de Díaz, Alegría trató de rebajar el tono, aunque la postura del ala socialista en privado no difiere mucho de la de Sumar. El PSOE incluso envió a la prensa declaraciones criticando a los jueces Manuel Marchena y Pablo Llarena por hacer "consideraciones políticas" en sus autos. Sin embargo, Alegría evitó suscribir esas declaraciones y no opinó sobre si el Supremo se está extralimitando. En cambio, criticó duramente a Alberto Núñez Feijóo por dudar de la imparcialidad del Tribunal Constitucional, calificándolo de "máxima gravedad".

Para concluir, Díaz lamentó que los jueces sean "el único cuerpo que no rinde cuentas de lo que hace", aludiendo al "sesgo que tiene" y subrayó la necesidad de "democratizar" este aspecto del país.