El Gobierno de Venezuela, liderado por Nicolás Maduro, ha decidido convocar a consultas a su embajadora en España, Gladys Gutiérrez, como respuesta a los recientes comentarios de la ministra de Defensa española, Margarita Robles. Las declaraciones de Robles, en las que comparó al gobierno venezolano con una «dictadura», generaron una reacción inmediata en Caracas. El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, calificó las palabras de la funcionaria española como "insolentes, intervencionistas y groseras". Estas afirmaciones fueron publicadas a través de la red social Telegram.

En este contexto, Gil informó que la embajadora venezolana en Madrid ha sido convocada de vuelta a Venezuela. Simultáneamente, el Gobierno venezolano también ha solicitado que el embajador de España en Caracas, Ramón Santos, comparezca ante el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores el viernes 13 de septiembre, para dar explicaciones sobre el asunto.

Escalada de tensiones diplomáticas

Este incidente ocurre en un momento de crecientes tensiones diplomáticas entre España y Venezuela. La llegada reciente de Edmundo González Urrutia a Madrid ha exacerbado la situación. González, vinculado a la oposición venezolana, fue transportado en un avión de la Fuerza Aérea Española desde Venezuela tras haber pasado un tiempo en la residencia del embajador Ramón Santos en Caracas.

Aunque el Gobierno español no ha reconocido formalmente a González como una figura legítima de la oposición venezolana, su traslado a España ha generado una serie de reacciones por parte del Gobierno venezolano. De hecho, el Parlamento venezolano, controlado por el chavismo, ha presentado una resolución en la que se solicita al presidente Maduro que considere la ruptura total de las relaciones diplomáticas y económicas con España.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, aseguró que la salida de González de Venezuela se llevó a cabo sin que el Ejecutivo español aceptara condiciones o contrapartidas por parte del Gobierno de Maduro. Sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez no contempla, por el momento, reconocer oficialmente los resultados de las elecciones del 28 de julio, en las que la oposición venezolana declaró la victoria de González.

Antecedentes de tensiones diplomáticas

El último gran episodio de tensiones diplomáticas entre España y Venezuela se remonta a 2016, cuando el presidente Nicolás Maduro insultó al entonces presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, llamándolo «basura corrupta». Este incidente llevó a la expulsión del embajador venezolano en Madrid, Mario Isea, quien fue declarado persona non grata y posteriormente expulsado del país en 2018. Este episodio marcó un precedente en las relaciones entre ambas naciones, que desde entonces han experimentado altibajos.